Pasó por todas las etapas: desde ser considerado traidor por algunos hinchas en Santa Fe, su provincia natal, a jugar en tres de los cinco grandes del fútbol argentino, hasta su período, sin pena ni gloria, como director técnico. Es que Julio César Toresani atravesó distintos momentos que lo marcaron en su carrera.

El Huevo, quien era hincha reconocido de Colón, inició su carrera futbolística en Unión de Santa Fe. En el Tatengue tuvo dos etapas (1986-1989 y 1990-1991), aunque sin demasiada participación, (quizás producto de su juventud). Sin embargo, formó parte del plantel que logró el ascenso a la Primera División en 1989 ganándole la final al Sabalero, clásico rival.

Una de sus etapas más recordadas y de las más importantes fue entre 1991 y 1995 cuando se puso la camiseta de River. Con la Banda logró tres campeonatos locales (Apertura ´91, ´93 y ´94) bajo las conducciones de Daniel Pasarella y de Américo Gallego, con quien logró su tercer título de manera invicta. Además, en esos equipos compartió plantel con Ramón Díaz, Leonardo Astrada, Sergio Berti y David Comizzo, entre otros.

Tras su gran paso por el club de Núñez, en 1995, hizo escala en Colón de Santa fe. En el momento en cual se concretó el pase al Sabalero, los hinchas de Unión lo catalogaron como un traidor por vestir los colores del clásico rival. En el aurinegro tuvo tres ciclos, 1995-1996, 1999-2000 y 2002-2003. En su primera etapa en la institución tuvo un cruce con Diego Maradona, quien lo había invitado a pelear a la puerta de su casa en Segurola y Habana.

Pero esa no fue la única vez que cambiaría al equipo del clásico rival. Es que en 1996 Toresani llegó a Boca por pedido de Carlos Bilardo. Allí se volvió a reencontrar con Maradona, aunque las diferencias habían quedado en aquella disputa un año antes. En el club de la Ribera jugó 58 partidos y, si bien no logró ningún título, compartió equipo con figuras como Martín Palermo, Juan Román Riquelme, Diego Latorre y Claudio Caniggia, entre otros.

Es recordado por haber convertido el gol del empate en el superclásico despedida para Diego. Además, la gente del Xeneize lo reconoce por haber “transpirado la camiseta”, como bien reza una bandera colocada por la 12 en aquel entonces.

Luego de su salida de Boca no tuvo grandes actuaciones. Lo más destacable es su paso por Independiente entre el 1998 y el 1999. Si bien no tuvo una gran labor, su paso por el Rojo es recordado por el motivo de su llegada: otro técnico campeón del mundo, Cesar Luis Menotti, lo pidió para su equipo.

Se retiró en el 2004 en Patronato y en el 2005 comenzó su carrera como técnico. Sin embargo, nunca pudo establecerse en un club como entrenador. Deambuló por 14 instituciones, de Argentina y el exterior: San Martín de Tucumán (2005-2006), Deportivo Madryn (2010-2012), Real Potosí (2016), por nombrar algunas.  Su último trabajo fue en Rampla Juniors, de donde fue echado en febrero de este año por pelearse con el Presidente del conjunto uruguayo.