Poco pudo mostrar el conjunto de La Ribera en el partido que le dio el puntapié inicial a una nueva incursión internacional. El subcampeón de la Libertadores por momentos se mostró desborado por los 2500 metros por sobre el nivel del mar de la ciudad boliviana y por el pésimo estado del campo de juego, y dio pocas señales de mejoría. Si bien lo pudo haber ganado, conformó con un punto.
De lo poco que pudo elaborar el elenco de Alfaro en la primera mitad, en la que penó con la movilidad de Pochi Chavez en el equipo local, se destacó para la polémica una infracción en el área de Wilsterman sobre Agustín Almendra, que el árbitro del duelo, Julio Bascuñán no sancionó. El volante de Boca sufrió un claro pisotón, pero no fue divisado por el juez.
Las llegadas más claras del partido quedaron en manos de los locales. Por momentos, Esteban Andrada se tuvo que esforzar para sostener la paridas, aunque con el correr del reloj las ocasiones de peligro fueron mermando en cantidad y en calidad. Los remates desde afuera y las pelotas largas para explotar las corridas de Serginho fueron las armas con las que el Rojo intentó doblegar a la defensa argentina, que terminó por cerrar una buena noche. De lo poco para destacar del Xeneize.
Los cambios en la segunda mitad propuestos por el ex entrenador de Huracán, no terminaron de pesar. Tévez y Benedetto salieron para ser remplazados por Zárate y Wanchope Ábila respectivamente, pero tampoco pudieron acoplarse a la zona de volantes. Sin volumen ofensivo, Boca apenas encontró en Nahitan Nández la posibilidad de incomodar al arquero rival, pero el uruguayo no estuvo fino a la hora de definir.
Con el triunfo de Tolima en el otro partido del grupo frente a Paranaense, el Xeneize ahora conseguir un triunfo en la próxima fecha si no quiere empezar a retrasarse en la tabla. Justamente, el equipo colombiano será su próximo contrincante, que tendrá como condimento a La Bombonera vestida de gala internacional, después de lo que fue la traumática final frente a River del año pasado.