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martes 22 de enero de 2019

Arrancó una Libertadores diferente

Con varios cambios, el certamen continental tuvo su puntapié inicial en el partido entre Delfín de Ecuador y Nacional de Paraguay. Final única, suculentos premios y nuevas transmisiones se unieron al camino a la definición en Santiago de Chile.

Así es el fútbol. No para, y todo vuelve a empezar. Mientras todavía los hinchas de River le hacen recordar a los de Boca el partido de la finalísima en el Santiago Bernabéu, como se pudo ver esta semana en la costa atlántica con avioneta y pasacalles mediante, el torneo más importante a nivel de clubes de Sudamérica inicia un nuevo camino plagado de aires renovadores para amoldarse a tiempos modernos.


El partido inaugural de la edición 2019 lo protagonizaron Delfín y Nacional, equipo proveniente del fútbol paraguayo. En el duelo de ida, correspondiente a la primera fase el elenco ecuatoriano salió victorioso gracias a un 3-0 que lo pone de buena manera de cara al desquite del próximo miércoles 30 de enero en territorio guaraní. 


Pero las novedades del campeonato, que por otra parte quiere desligarse de la pálida versión que mostró tras los incidentes en la final entre los grandes de Argentina, van dirigidas a la transmisión. Ahora, Facebook cumplirá un rol determinante ya que se podrán ver en esa plataforma los choques que estén agendados para los días jueves, jornada con historia para la Libertadores.


Otra de las nuevas modalidades que se adoptaron desde CONMEBOL fue la final única en sede neutral. Este año será Santiago de Chile la elegida para albergar el choque decisivo. La cita está pautada para el 23 de noviembre y contará de alargue y penales de mantenerse la igualdad, algo traído desde los dominios de la UEFA.


Además los premios también fueron ajustados para ganar en atractivo. En la actual edición, el vencedor se llevará una suma de 12 millones de dólares sólo por imponerse en la final, monto que duplica al que se embolsó River el año pasado. Este número podría llegar a rondar en total por la participación los 20 millones de dólares.


Para sacarse de encima los inconvenientes arbitrales, la organización dispuso el uso del VAR desde los octavos de final, y no desde los cuartos como lo había hecho en 2018. Así, busca ganar en transparencia, aunque resta ver cómo soluciona los problemas administrativos que la aquejaron en la pasada temporada, como fue el escándalo de las suspensiones y acumulación de tarjetas.


Una copa diferente, con un nexo al mundo digital y una prueba de fuego después de lo que fue un torne tan emocionante como desgastante. Los candidatos para levantarla sobran y nadie quiere quedarse afuera del partido definitorio en el Estadio Nacional de Santiago de Chile.