Las ilusiones se empiezan a desmoronar y al menos la idea de quedar segundo en el grupo D ya se convirtió en un utopía. Esto se debe a que la Selección Argentina de Handball volvió a perder, en esta oportunidad por 22-20 ante Egipto en Copenaghe, en un encuentro correspondiente a la tercera fecha de la fase de grupos del Mundial de Handball Alemania-Dinamarca 2019.

El encuentro fue muy similar desde el inicio hasta los últimos momentos. Algo que se resumían en que los Gladiadores eran mucho más que su rival, cuando era preciso en ataque, lo cual no se dio durante la mayor parte del encuentro. En defensa si estuvieron mucho más firmes y además la actuación de Matías Schulz fue extraordinaria, sin embargo esto quedaba en un segundo plano cuando una y otra vez se perdían pelotas en ataque y se debía volver rápidamente a la defensa para evitar ser sorprendidos de contra.

Durante la primera mitad Nicolás Bonanno y Federico Férnandez pusieron en ventaja rápidamente a la selección nacional, pero la alegría duro poco ya que luego de eso los africanos revirtieron el resultado hasta ponerse 2-4, mientras que los argentinos pasaron más de 10 minutos sin anotar. Lo único bueno de esa etapa fue lo solida que estuvo la defensa, siendo eso y Schulz lo que impidió que los faraones se escapen en el marcador.

Las rotaciones ofensivas que empezó a realizar Manuel Cadenas dieron sus frutos y Federico Pizarro logró romper el maleficio de esa etapa para ponerse 3-4 y comenzar a recuperarse. Algo que finalmente pasó gracias a una activa participación general y en especial de Fede Fernandez que fue el goleador argentino del primer tiempo. El resultado previo al descanso fue de 9-8 para Argentina con un tiro libre en contra sobre el final, bien tapado por la barrera argentina. 

El complemento comenzó tan mal como durante los diez minutos de la primera mitad en los que los Gladiadores no pudieron marcar ningún gol, solo que en esta oportunidad esto fue aún peor, ya que los egipcios no lo dejaron pasar y sacaron una ventaja de 3 goles. Afortunadamente para las aspiraciones argentinas ese bajón duro mucho menos en esta oportunidad y con buenas apariciones de Sebastián Simonet y Ramiro Martínez logró empatar. 

El encuentro entro en una etapa nivelada, donde el marcador iba al ritmo frenético e impredecible del golpe por golpe. Fue en medio de todo ello que Fede Fernández que ya había pasado cuatro minutos afuera recibió una tarjeta azul, la cual no solo lo dejo afuera de lo que restaba de este partido, sino que además le impedirá estar ante Angola. Se iba un referente y un jugador que por lo general aparece cuando las cosas están mal.

Quedaban solo tres minutos para el final y el marcador tenía a Egipto arriba solo por un gol, fue allí cuando una decisión arbitral levanto todas las polémicas. Esto se debió a que hubo un fuerte codazo sobre Gonzalo Carou que debió significar penal para los argentinos y dos minutos para el infractor, sin embargo los árbitros reconocieron la falta como merecedora de los dos minutos pero aún así dieron salida desde el arco, argumentando que la jugada pudo concluir. Esto levantó el reclamo de Seba Simonet que acabó saliendo por dos minutos el también por dicho reclamo. 

A partir de allí la desesperación por, como mínimo empatar con tan poco tiempo en el marcador, broto en los comandados por Cadenas y esto acabó por terminar de sentenciar el partido. Los Faraones lograron otro gol más y los argentinos, que intentaban definiciones rápidas para tener tiempo de revertir el resultado, solo consiguieron agigantar la figura del arquero egipcio.

Con este resultado la Argentina quedó última de su grupo y ahora necesitará victorias en sus últimos dos encuentros y además una ayuda de los dos equipos europeos si aún quiere llegar a la próxima ronda de este Mundial.