Cualquier parecido con la Asociación del Fútbol Argentino es pura coincidencia. Es que una vez más la Confederación Argentina de Hockey volvió a cortar un proceso. Y si bien no está confirmado es un hecho que Agustín Corradini y su cuerpo técnico dejaran de formar parte de Las Leonas. Y en su lugar asumirá, por tercer ciclo, un viejo conocido como Carlos Retegui. 

Pero esto de deprenderse de un entrenador a mitad de su mandato es algo que se viene repitiendo desde hace seis años en Las Leonas. En ese período, cambiaron siete veces de director técnico ya que en la CAH se volvieron resultadistas y primaron los logros a los proyectos de trabajo. Algo muy similar a lo ocurrido en el fútbol. 

Luego que las Leonas obtuvieran la Medalla de Plata en Londres 2012, nada fue igual en el equipo. El Chapa decidió dar un paso al costado debido a la desgastante relación que tenía con las jugadoras.  En su lugar asumió Marcelo Garraffo, quien duró unos meses en el cargo hasta que Aníbal Fernández llegó a la Presidencia de la Confederación.  El ex Senador decidió quitarlo del cargo e impuso a Emanuel Roggero. En ese momento empezaron las diferencias entre los directivos y el plantel. 

El hecho que la política se metiera en el medio de lo deportivo generó ese malestar en el grupo para con la dirigencia. En el campo no tuvieron el mejor rendimiento y, luego de haber obtenido el cuarto puesto en la World League de Tucumán del 2013, Roggero presentó su renuncia.  El equipo quedó a la deriva a falta de un par de meses para el Mundial de la Haya. Por eso Las Leonas acordaron que Retegui las dirigiese. Él, quien ya estaba al mando de Los Leones, se hizo cargo y consiguió la Medalla de Bronce en ambos equipos.

Parecía que todo había vuelto a la normalidad pero tras la salida del Chapa de la dirección técnica aparecieron las internas. Es que las jugadoras consideraban que su opinión no era tenida en cuenta por los directivos. A su vez, Fernández designaba a Santiago Capurro, quien fuese ayudante de Carlos.

Tales eran las diferencias que cinco referentes, entre las que estaban Charo Luchetti y Carla Rebecchi, dieron un paso al costado. “Sentimos que no se están cuidando los valores con los que fuimos formadas. Con todo el dolor que esto nos genera, queremos agradecer a jugadoras, cuerpos técnicos y todas las personas que contribuyeron a nuestro crecimiento deportivo”, habían explicado las chicas en una carta.

Con Capurro al mando, Las Leonas se quedaron con el Champions Trophy de Mendoza. El mismo además, significó el retiro de Luciana Aymar. Pero los resultados no acompañaron a Las Leonas en el 2015 (cuartas en la World League y segundas en los Panamericanos). De esa manera, la Confederación  decidió rescindirle el contrato y traer a Gabriel Minadeo, quien había estado al frente del plantel entre 2004 y 2009.

A pocos meses de los Juegos Olímpicos de Rio, Fernández presenta su renuncia como Presidente alegando que era lo mejor para el hockey. Sandra Isola, hasta ese momento la vicepresidente primera, ocupó el cargo. Pero los resultados en Brasil no fueron los mejores ya que quedaron séptimas. 

En el medio asumió Miguel Grasso en la Confederación y decidió dar de baja a Minadeo, quien aclaró que "Los resultados no tienen nada que ver, acá no hay procesos y eso es lo que molesta". Y en su lugar llegó Corradini, quien había salido campeón del mundo con Las Leoncitas en el 2016 en Chile. 

Antes de la llegada de Agustín, Las Leonas venían sufriendo un cambio generacional de jugadoras. Por eso apostaban a un proyecto a largo plazo, el cual se extendería hasta Tokio 2020. El equipo, a pesar de haber obtenido el Bronce en la World League 2018 de China, tenía un rendimiento con altibajos. Pero eso fue motivo suficiente para que desde la Confederación decidieran cortar, nuevamente, un proceso de trabajo. 

Y si bien desde la CAH no hubo confirmación, es un hecho que el ciclo quedará, por tercera vez, en manos del Chapa Retegui, quien siempre está cuando la dirigencia necesita de él.