La final más larga, la que se hizo esperar, la que soportó idas y venidas, está a punto de dar a su ganador. Con el domingo a la vuelta de la esquina, es hora de hablar de lo futbolístico y poner sobre la mesa las virtudes y defectos del elenco de La Ribera. La fuerza de sus delanteros sostiene la ilusión de un equipo que quiere dar vuelta la oscura página del Monumental para escribir un capítulo dorado más en su historia.
Las dudas y la falta de funcionamiento que mostró Boca frente a Independiente encendieron las alarmas, pero la dupla técnica confía en que puede dar la talla en la finalísima gracias a la contundencia de sus delanteros: Wanchope Ábila, que se perfila como titular, ya lleva cinco tantos en la competición copera, mientras que Darío Bendetto, pese a no tener un buen partido en Avellaneda, se anotó con cuatro conquistas importantes en el certamen continental. Lo que resta descifrar es si Cristian Pavón puede llegar a meterse en el once titular, algo que podría suceder con Ignacio Scocco por el lado de River.
En el arco, todo indica que Esteban Andrada le ganó la pulseada a Agustín Rossi. El ex Lanús alternó buenas y malas en sus últimas presentaciones, aunque desde su regreso tras la lesión no recibió goles. Por su parte, su competidor fue clave en el 2-2 de la ida contra River y recuperó el respaldo de los hinchas.
El aliento de su público está asegurado. Al aluvión de simpatizantes que ya adquirieron su ticket para ser parte del partido histórico se sumaron dos banderazos que ayer despidieron al plantel. Primero, La Bombonera fue testigo de la multitudinaria convocatoria, que no paró de cantar para exigir la tan ansiada Libertadores. Luego, los fanáticos se movilizaron al Parque Lezama para seguir con la fiesta xeneize.
Los volantes son los que más variantes pueden generar. Nahitan Nández se ganó un lugar gracias a su despliegue a la hora de ir al roce, Wilmar Barrios y Pablo Pérez se alzaron como inamovibles, mientras que los mixtos más ofensivos, como Edwin Cardona y Mauro Zárate, también quieren ser parte. El colombiano viene pidiendo pista y frente al Rojo marcó el gol del triunfo para llamar la atención de Guillermo.
Desde que la CONMEBOL decidió que el estadio del Real Madrid iba a albergar el clásico, todas las miradas se enfocaron en el Bernabéu. Allí, Boca perdió el único partido que disputó. Fue en el año 1994, y los argentinos cayeron por 3-1 frente al conjunto local. Pero en el plantel actual hay dos jugadores que supieron pisar el mítico coliseo: Fernando Gago y Carlos Tévez.
La atmósfera no es la mejor a causa de los incidentes en el frustrado partido en Núñez, que ya tiene a su primer detenido, pero no queda otra que darle lugar al fútbol. La tarea de los protagonistas será bajarle toda la tensión al choque, y demostrar que pueden estar a la altura del evento.