La Copa Argentina es cada vez más importante en el fútbol argentino, esto es gracias a todo lo que da, como por ejemplo la clasificación a la Copa Libertadores. Es por ello que en la cancha de Lanús, San Lorenzo y Temperley dieron todo conseguir un lugar en semifinales llegando hasta los penales en donde el quinto grande volvió a sufrir otro duro golpe.
El primer tiempo fue completamente dominado por el equipo de la B Nacional que fue sumamente superior a su rival, sin contar demasiado con la pelota, solo siendo ordenado en el fondo y rápido y preciso en las contras o jugadas próximas al arco defendido por Nicolás Navarro. Fue así como a solo 15 minutos de comenzado el encuentro ya se ponía 1-0 gracias al gol de Ramiro Costa, el cual fue con un potente cabezazo de pique al piso luego de un rebote que no se termina de apreciar si fue en Leandro González o Gonzalo Rodríguez.
Con el 1-0 en el marcador se pudieron ver cinco minutos en los que parecía que el Ciclón podía llegar a reaccionar pero finalmente acabó el primer tiempo y nada de esto ocurrió. Ya en la segunda mitad el partido poco a poco fue abriéndose, sin embargo esto no fue merito del Cuervo, por el contrario fue debido a un notable bajón físico del conjunto Celeste.
Llegaron los 15 minutos del complemento y parecía que el juego volvía a favorecer al Gasolero que pasaba a jugar con uno más gracias a la discutible expulsión de Fernando Belluschi por doble amarilla. Pero llamativamente ocurrió todo lo contrario y a partir de allí, el equipo de Claudio Biaggio comenzó a ser mucho mejor y el claro dominador del partido. Tras mucho intentar el empate llegaría en el tiempo cumplido con un disparo desde fuera del área de un Nicolás Blandi lesionado, que se colaría por encima del arquero luego de un desvío.
Todo apuntaba a que se podía dar el milagro para los de Boedo, incluso las estadísticas lo abalaban ya que había ganado cinco de sus seis definiciones por penales en este torneo, mientras que su rival solo había ganado una de cuatro definiciones desde esta vía. Pero nada de esto importó y finalmente fue el arquero Matías Castro quien se puso la camiseta de héroe para con un tanto y dos atajadas, ser clave en la victoria de su equipo por 4-1 en el desempate desde el punto penal.
Con este resultado San Lorenzo parece quedar fuera de todo, ya que solo permanece en la Superliga en donde se encuentra vigésimo. Mientras que Temperley que está haciendo una campaña irregular en la B Nacional, espera a su rival de semifinales el cual saldrá del clásico rosarino y ya se ilusiona con ser el primer equipo argentino de la segunda división en ingresar a la Copa Libertadores.