Lo ganó desde la estrategia. Como en cada partido importante, River sacó chapa de su personalidad. Incluso dio la sensación que el Superclásico tuvo más importancia para el conjunto de Marcelo Gallardo que para los de Guillermo Barros Schelotto. Es que el equipo de la Ribera tuvo en el banco a Pablo Pérez, quien no ingresó y a Mauro Zárate, quien lo hizo en el complemento. 

Uno de los artífices principales para el triunfo fue la línea conformada por Leonardo Ponzio, Enzo Pérez y Exequiel Palacios. Los tres volantes se plantaron desde el inicio ante un mediocampo de Boca que le faltó caracter para disputar el partido. Es que Wilmar Barrios, Nahitan Nandez y Agustín Almendra no tuvieron marca ni distribución y sintieron la falta de Pérez en ese secor. Los dirigidos por Marcelo Gallardo corrieron todas las pelotas,  estaban siempre pegados a sus rivales y no los dejaban recibir con tranquilidad.

El segundo punto clave fue la presión que generaron, por momentos, en la salida del fondo de Boca. No solo los volantes realizaron esa tarea, sino que Gonzalo Martínez junto a Lucas Pratto, quien fue  silbado durante todo el encuentro, y Rafael Borré ayudaron a cumplir esa función. Precisamente, por medio de esa vía llegó el primer gol del encuentro. Un corte de Palacios ante Nandez dio origen a la apertura del marcador. Es cierto, luego tuvo suerte ya que un rebote en el propio Exequiel, le permitió al Pity convertir el tanto.

El tercer  punto es que fue efectivo y golpeó en los momentos justos. Si bien River fue mejor que el conjunto de Guillermo Barros Scheloto, no supo explotar esa superioridad del todo. Es que no tuvo demasiada profundiad y claridad en el ataque. Por momentos lo consiguió con el Pity y  luego con Juan Quintero. Pero en las dos más claras, Martínez e Ignacio Scocco sacaron la diferencia que les dio la victoria.

Por último, el cuarto punto, pero no menos importante, es la presencia de Franco Armani. El arquero del Millo, quien acumula 20 vallas en invictas en el arco de River, no tuvo demasiadas intervenciones. Sin embargo, las pocas veces que tuvo que resppnder, lo hizo de la mejor manera. En el inicio del primer tiempo, desvió un remate  de Darío Benedetto al córner, mientras que en el segundo despejó un cabezazó de Emanuel Más que  se metia al ángulo.

Estos fueron los puntos claves que le dieron a Rriver su segundo triunfo consecutivo en la Bombonera (el anterior en el 2017). De esta manera se los de Nuñez se ubican a 4 puntos de la cima de la Superliga y extendió su invicto a 29 partidos.