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jueves 20 de septiembre de 2018

Buen triunfo para encaminar la serie

Boca derrotó a Cruzeiro 2-0 por la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores, en un partido que tuvo emociones y una gran polémica.

Boca Juniors hizo lo que debía en la Bombonera, y derrotó a Cruzeiro 2-0 por los cuartos de final de la Copa Libertadores. Los goles los convirtieron Mauro Zárate y Pablo Pérez.


La visita salió a jugar de manera ordenada, pero no lograron imponerse salvo en algunos tramos del inicio de cada tiempo, mientras que Boca por momentos estuvo impreciso pero cuando encontró el último pase llegó a complicar y mucho la tarea del arquero rival. Tras el susto de un cabezazo de Thiago Neves a segundos de haber empezado el encuentro, de a poco fue encontrando la manera.


Con un arranque impreciso de los dos goleadores que Igualmente terminaron pesando, y con Cristian Pavón sin poder ganar en la individual, poco más que tiros lejanos pasaron hasta los 35 minutos. Allí, Pérez filtró una gran pelota en el área para Zárate que definió con categoría ante la salida del arquero para el 1-0.


El susto más grande que tuvo el local fue cuando arrancó el complemento. Una buena jugada colectiva del conjunto brasileño derivó en Robinho picando la pelota por sobre Esteban Andrada, pero sobre la línea llegó Wilmar Barrios para evitar el gol. El colombiano venía teniendo un buen partido, y desde allí mejoró mucho más, con un enorme despliegue y no sólo quitando sino que también participando en la generación de juego.


Tras un tiro al palo de Zárate a los 57 minutos, el partido se iba calmando hasta que a los 70, Dedé chocó su cabeza con la de Andrada en el área, en una situación que dejó al arquero xeneize muy golpeado en el piso, y el árbitro viendo la repetición por el VAR decidió echar al central. Con superioridad numérica, Boca ganó un poco más de terreno, y en un mal rechazo de Edílson, Pablo Pérez definió al ángulo para estirar la ventaja.


Con la victoria de hoy, Boca queda bien parado para la vuelta, que se jugará en cancha del Cruzeiro. Además, la victoria le sirve como envión anímico pensando que el domingo jugará el Superclásico ante River.