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viernes 7 de septiembre de 2018

A octavos con sufrimiento

Boca no la pasó bien en Formosa y tuvo que trabajar para eliminar a San Martín de Tucumán y meterse en la próxima fase de la Copa Argentina. Fue 2-0 con goles de Edwin Cardona y Wanchope Ábila.



Por los 16 avos de final del certamen más federal, el Xeneize no la pasó bien frente al conjunto de Rubén Forestello, pero reaccionó en la segunda mitad para sacar adelante la clasificación. Ahora, en el horizonte tendrá a Gimnasia y Esgrima de La Plata.


Complicado y aturdido. Así fue el arranque del duelo para Boca. Sin juego en la mitad de la cancha y con excesos de impresiones a la hora del traslado, los comandados por Guillermo Barros Schelotto perdieron la brújula y cedieron la iniciativa al rival. Por su lado, los tucumanos exigieron con intensidad a Esteban Andrada, que apareció en los momentos justos para sostener el arco en cero. El ex Lanús se vistió de héroe en tres oportunidades y le puso un cerrojo a su valla. 


El correr del reloj agudizó la ofensiva del Ciruja. Claudio Bieler hizo crecer con su potencia y explotó la pasividad de la defensa de los de La Ribera. Un mano a mano, un remate al palo y un tiro libre que estuvo cerca de romper la igualdad no pudieron hacer festejar a San Martín. En el área propia, el elenco albirojo sólo sufrió una jugada aislada de Darío Bendetto, que se las ingenió para picarla con una pirueta que entre Ignacio Arce y el travesaño rechazaron el peligro.


Ya en el complemento, los tucumanos salieron con la misma intensidad, pero el duelo se quebró a los quince minutos con el ingreso de Carlos Tévez. El Apache ingresó por Mauro Zárate, de pobre actuación, y le cambió el semblante a sus compañeros. Con un circuito de juego más compacto, el actual campeón de la Superliga empezó a imponer sus condiciones y provocó el repliegue de su rival. A falta de un cuarto de hora para el final, fue Cardona el encargado de romper el cero con un remate lejano que se desvió en su trayectoria y descolocó en el vuelo al arquero para el desahogo del público xeneize, que ya estaba pensando en la lotería de los penales.


Sobre el final, y casi sabiéndose ganador, Boca controló más el juego y movió el banco para dar más alternativas. El ingreso de Wanchope, autor del segundo gol de penal, terminó por ser un acierto en una semana que lo tuvo en el foco de la polémica a causa de la suspensión que le impuso la Conmebol, que lo marginará del encuentro de ida en la llave frente a Cruzeiro. 


Para redondear una tarde complicada, Paolo Goltz tuvo que ser atendido sobre el epílogo por un duro golpe en su rostro. El defensor recibió una patada cerca de su ojo de Adrián Arregui, que vio la roja. 



Con este resultado siguen intactas las aspiraciones de los de Guillermo en todos los frentes. La próxima fase de la Copa Argentina será frente a Gimnasia, que viene de eliminar a Olimpo de Bahía Blanca.