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martes 28 de agosto de 2018

La llave del escándalo sin fin

Por incidentes, el duelo entre el equipo de Avellaneda y Santos quedó suspendido, y si bien Independiente tiene la virtual clasificación resta saber cómo termina la serie. Con 10 minutos por disputarse, fue 0-0. Los argentinos esperarán en cuartos por el ganador entre River y Racing.

La gran novedad del partido se dio cerca de siete horas antes del silbatazo inicial, porque el ente rector del fútbol sudamericano dio a conocer la sanción definitiva en contra de los brasileños. Con un 3-0 en el bolsillo, cuando en la cancha la ida había firmado un empate sin goles, los dirigidos por Ariel Holan supieron administrar la ventaja para dejar en el camino a los paulistas.


El ambiente enrarecido, casi desnaturalizado, por la desprolijidad de lo ocurrido en la previa del desquite fue el encargado de darle marco a un duelo que tuvo en vilo a propios y ajenos. Desde el arranque, Santos puso la pierna fuerte para intentar hacerle sentir la presión a su rival, pero el ímpetu se fue transformando en nervios, algo que complicó mucho las pretensiones de los de Cuca. 


Con acciones muy cortadas, en los primeros 10 minutos hubo al menos 8 infracciones, el árbitro del partido Julio Bascuñán perdió fácil las riendas y tardó en amonestar. La vara baja profundizó el trámite trabado, aunque fueron los argentinos los que propusieron las jugadas más riesgosas. De contra y aprovechando la velocidad de su zona media de volantes, Independiente tuvo en Emanuel Giglioti a uno de sus puntos más altos. El delantero soportó, incomodó a los zagueros locales, y fue siempre la referencia en ataque.


El reloj no solo fue enemigo de Santos, obligados a meter 3 goles para estirar la definición a los penales, sino que también penó con los insistentes maniobras ofensivas del Rojo. El arquero Vanderlei fue la gran figura de la noche en el Pacaembú y hasta le contuvo un penal a Maximiliano Meza, que sobre el final de la primera parte no pudo sentenciar la serie.


Para el complemento, las tareas de los de Holan para aguantar la diferencia se redoblaron a partir de una sólida circulación de pelota. Además, cuando lo llamaron a aparecer, Martín Campaña cerró las puertas de su valla, desmoralizó a los locales, y el 0-0 terminó por ser el resultado más ajustado a lo que sucedió en el campo de juego.


A falta de 10 minutos para el cierre del partido, serios incidentes tuvieron detenido el partido. Enfrentamientos entre los hinchas enardecidos frente a la inminente eliminación de su equipo frente se trenzaron con la dura policía paulista, que no reparó en devolver las agresiones para evitar que el caos pase a mayores. Con el duelo suspendido, los jugadores del elenco de Avellaneda se retiraron al vestuario a la espera de la decisión definitiva, que seguramente lo deposite en los cuartos de la Libertadores.


Con dos empates y sin poder convertir goles, pero con un resultado global de 3-0 por el fallo de la Conmebol, Independiente se lleva más de un sin sabor de su paso por los octavos. Una vez más, una confusa decisión le puso un asterisco oscuro. Quedará por saber las sanciones a Santos por no poder garantizar la seguridad ni las condiciones para que los noventa minutos se puedan resolver en la cancha. Mucho por repensar.