El Mundial Juvenil de Handball Femenino llegó a su fin y Rusia se convirtió nuevamente en campeón. De esta  forma, el país europeo se convirtió en la más ganadora de la competición con tres títulos. Mientras tanto, la Selección Argentina,tras seis derrotass y una victoria, finalizó en el 20°. De est forma no pudo superar el 18° que obtuvieron en Eslovaquia 2016.

El conjunto de Giselle Pintos arrancó con tres derrotas seguidas en el Grupo C. El primer partido había debutado ante el actual campeón, y cayó categóricamente por 43-14. Había arrancado parejo el encuentro, con el equipo nacional que realizó un gran trabajo ofensivo y defendió con intensidad. Sin embargo, de a poco, las europeas hicieron pesar su experiencia, mientras que las argentinas comenzaron a cometer errores al momento de manejar la pelota.

El segundo partido, la Albiceleste mostró otra cara pero igualmente perdió ante Japón por 26-23. En la primera parte, el equipo de Pintos fue superior tanto en el aspecto  defensivo como en el ofensivo. Y así logró sacar una diferencia de cuatro goles. Sin embargo, en el cierre sufrió un parcial de 2-7 y esta diferencia la sintió en el complemento. Tal es así, que aparecieron las imprercisiones y con una defensa endeble la victoria para las asiaticas.

En el tercer encuentro cayeron ante Noruega, que prácticamente no le dio chances a la Albiceleste. La poca efectividad en el ataque y la pérdida de la pelota en el posicional fueron dos de las falencias del equipo Nacional. Y esos errores fueron aprovechados a la perfección por las subcampoeonas europeas, que en los primeros minutos ya habían sacado una gran diferencia en el marcador, el cual finalizó 39-12.

En el cuarto encuentro la Selección Argentina, que no tenía margen para el error, derrotó a China por 26-23. Fue un encuentro muy parejo y que se d efinió en los minutos finales. Una de las claves de la victoria fue el aspecto ofensivo que tuvo a Carolina Bono, Guadalupe Cavo y Sofía Ballada como las goleadoras. Además, la gran actuación de Martina Bronher en el arco fue fundamental para darle el primer triunfo y la ilusión de clasificar a los octavos.

En el quinto partido debían conseguir una victoria para tener chances de pasar de ronda. Pero no pudieron y perdieron 33-18 ante Holanda, que fue totalmente superior. La albiceleste jugaron de igual a igual en los primeros minutos. Allí hicieron diferencia gracias a la movilidad que le daba Bono en el ataque. Sin embargo, con el correr de los minutos las europeas sacaron ventaja a través de una defensa bien plantada y de los contrataques.  Así, se quedaron con la victoria, que le dio el pasaje a los  octavos y mandó a las argentinas a jugar por la Copa Presidente.

En las semifinales de la Copoa Presidente cayeron  ante Montenegro por 25-15. Las argentinas hicieron comenzaron con un muy buen trabajo ofensivo, una defensa sólida y una gran actuación de Bonher en el arco. Sin embargo, de a poco, bajaron la intensidad y la efectividad en el ataque. De esta forma, aprovecharon la baja del elenco Nacional y por medio de contragolpes sacaron la diferencia necesaria para quedarse con el triunfo. 

En el último partido del Mundial para las de Pintos, cayeron ante Eslovaquia por 29-28(5-4 en los penales). Al igual que en los encuentros anteriores, la Argentina jugó un gran primer tiempo con actuaciones destacadas de Bono y de Bohner. En el complemento, mostraron buenos pasajes de juego con buenas conexiones en el ataque. Incluso llegaron a estar cuatro goles arriba a falta de pocos minutos para el cierre. Pero en los instantes finales del encuentro, la albiceleste cometió errores en el manejo y le permitió a las europeas llevar el cotejo a la definición desde los 7 metros. Allí las balcánicas tuvieron mejor suerte y se quedaron con el triunfo.

Con este resultado, el conjunto argentino finalizó 20° en el Mundial de Polonia. De esta forma, el 18° puesto en Eslovaquia 2016 sigue siendo la mejor posición obtenida en las siete ediciones de la máxima cita handball femenino juvenil.