Las ventajas conseguidas por los conjuntos brasileños en los duelos de ida fueron la base del éxito. Los elencos cariocas supieron administrar la ventaja para seguir con vida en el plano continental. Ya entre los 16 mejores, Botafogo se medirá contra Bahía, y el Flu se emparejará con Deportivo Cuenca.
En primer turno, Botafogo no tuvo problemas para derrotar como local a los paraguayos. Con un claro 2-0, sumado al 2-1 en contra, aunque con gol de visitante a favor, selló un 3-1 en el global. Los tantos en el estadio Nilton Santos, que tuvo como árbitro al argentino Patricio Lousteau, fueron obra de Rodrigo Lindoso y de Leo Valencia. Si bien el resultado final se firmó cerca del final, el trámite siempre fue favorable para los anfitriones, que tuvieron las opciones más peligrosas de su lado.
Por su parte, en Montevideo, Flumienense y Defensor aburrieron en un pálido 1-0 que le abrió la puerta de la llave a los visitantes. Los dirigidos por Marcelo Oliveira sacaron provecho de los nervios y de la necesidad del rival para dominar el ritmo del partido. El 2-0 en la ida en el Maracaná fue la tranquilidad del tricolor. Tras un primer tiempo con pocas llegadas, la apertura del marcador llegó a los 79 minutos gracias a la definición de Pedro.
La mínima diferencia en suelo uruguaya catapultó un global de 3-0. Ahora, Fluminense y Deportivo Cuenca se verán las caras por los octavos de final. Por su lado, el conjunto charrúa nutrió la lista negativa de cinco equipos orientales eliminados del certamen. El único que sigue con chances es Nacional, rival de San Lorenzo. Para Botafogo en el horizonte hay un conocido: Bahía.