Por más que los equipos de menor categoría ya han dado sobradas muestras de estar a la altura de conjuntos de Primera División, no deja de sorprender cuando David le gana a Goliat. Esta vez, al igual que hizo con Vélez en 32 avos de final, el Ferroviario dejó por el camino al conjunto de Victoria, y ahora espera por Independiente o por Brown de Adrogué.

Tras un primer tiempo en el que el elenco dirigido por Gustavo Coleoni se dedicó a aguatar los ataques de los delanteros de Tigre, Central Córdoba pisó fuerte en el complemento. Llevando a su rival hacia el terreno en el cual se sentía más cómodos, el roce y la presión por encima del juego asociado, los santiagueños consiguieron ponerse en ventaja gracias contragolpes, que encontraron mal parada a la frustrada zaga de Tigre.

El autor del desahogo fue Ortega. En una acción individual, Ortega se hizo espacio para sacar un remate lejano que se topó con una tibia respuesta de Julio Chiarini. A los 25 minutos y con el 1-0 en el bolsillo, el elenco ferroviario pudo respirar y dominar el trámite final del partido. A partir de ahí, los de Victoria se desmoronaron a pura impotencia.

Sin posibilidad de remontar y fallando lo poco que crearon, los comandados por Cristian Ledesma sufrieron la estocada final en una espléndida jugada de Jara, que se metió en el área y halló a Ramírez en soledad que sólo tuvo que empujarla para asegurar el triunfo. Ya con haber llegado a los 16 avos de final, Central Córdoba había sentenciado su mejor participación en el certamen, ahora, entre los dieciséis mejores, siguen construyendo historia.

De esta manera, y con un jugoso cheque de $970 mil, suma por demás importante para un club que recién ascendió a la Primera B Nacional, los de Santiago del Estero aguardarán al ganador de la llave entre Independiente de Avellaneda y Brown de Adrogué.