En un partido flojo en materia de situaciones de peligro, los tucumanos sacaron la ventaja justa para seguir adelante en la Copa Argentina. Ahora, ya en octavos, aguardará al ganador entre Newell's y CADU.

La primera parte estuvo dominada por la paridad y la falta de profundidad por parte de ambos equipos para generar ocasiones de riesgo. Por su lado, el conjunto comandado por Ricardo Zielinski apostó a los envíos largos para saltar la línea medias de Huracán y acercarse al arco de Marcos Díaz. En cambio, al Globo se acercó con remates desde lejos, aunque no logró incomodar a Cristian Luchetti.

Con el correr del reloj, los tucumanos se asentaron en terreno rival, aunque decayó el ritmo y la intensidad, y estuvieron cerca de la apertura del marcador, pero tuvieron que esperar hasta los 30 minutos del segundo tiempo. En un córner, Bruno Bianchi sacó ventaja en un rebote y, ante la quietud de los zagueros de los dirigidos por Gustavo Alfaro, la empujó sobre la línea para desatar el festejo decano.

El tramo final mostró la peor cara de Huracán. Sin juego, conexión, ni rebeldía, los de Parque Patricios perdieron la brújula y se convirtieron en un puñado de nervios, al punto tal que después del 2-0, obra de Díaz a falta de un minuto para el final, los jugadores le recriminaron al delantero por el festejo.

Con este resultado, Atlético Tucumán se metió en los octavos de final del certamen más federal del fútbol argentino. En esa instancia se medirá frente al ganador de la llave entre Newell's y Defensores Unidos.