Lejos del furioso arranque que tuvo el sábado pasado, en el que dejó en el camino a la Argentina de Messi, Francia no pudo replicar el libreto utilizado, en el que la explosividad de Kylian Mbappé fue la carta determinante, y el golpe por golpe fue la característica que dominó el trámite inicial del primer tiempo.

Con más llegadas que los orientales, los europeos volvieron a tener en su mediocampo al eje fundamental para crecer en el terreno rival. Ngolo Kanté se hizo dueño de los tiempos y generó la apertura de espacio. Por su lado, los dirigidos por Oscar Tabárez buscaron a Suárez mediante envíos largos o centros, pero con poco éxito.

Con el correr del reloj, el ritmo decayó y el trámite entró en el roce y las llegadas de peligros brillaron por su ausencia. En esta dinámica, en la que el empate en cero era la lógica, Varane, a los 40 minutos de juego, rompió con sorpresa en un tiro libre y metió un cabezazo letal para que hizo inerte el esfuerzo de Muslera.

La respuesta no tardó en llegar. Martín Cáceres también intentó desde las alturas, pero el arquero francés, Hugo Lloris, le puso toda la palma derecha para sacar una pelota repleta de veneno. El descanso encontró a los de Didier Deschamps arriba.

El complemento mostró otra cara del elenco charrúa: la selección celeste no pudo hallarse en su juego y sufrió un duro golpe en un remate que tuvo como protagonista a uno de los referentes. Muslera falló en un disparo de Griezmann, erró en el cálculo y con las manos débiles, la pelota se le coló de una forma que hizo recordar a Loris Karius en la final reciente de Champions. 

Ya con el aire de los dos goles de ventaja, Francia se vistió de titiritero y manejó el encuentro a su placer. Por su lado, Uruguay no pudo sobreponerse y apenas llegó a incomodar a la defensa contraria. 

De esta manera, Les Bleus se clasificaron a las semifinales en un duelo de campeones del mundo. Además de esto, los europeos se sacaron una espina ya que en los tres encuentros previos contra los orientales nunca había podido salir victorioso. 

Ahora, entre los cuatro mejores del certamen, y con dos partidos más asegurados, como mínimo disputará el partido por el tercer o cuarto puesto, los galos aguardarán por el ganador entre Brasil o Bélgica.