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sábado 23 de junio de 2018

Se calzó la ropa de candidato

El seleccionado de Bélgica se deshizo del pobre combinado tunecino gracias a sus dos grandes figuras. Romelu Lukaku, Eden Hazard, ambos por duplicado, y Michy Batshuayi marcaron la diferencia en lo que fue un cómodo 5-2.
Encendido como Ronaldo: Romelu Lukaku se subió a la cima de la tabla de goleadores con cuatro conquistas.

Mientras hay varios equipos que sufren y hacen cuentas para alimentar las chances de meterse en los octavos de final, los Diablos Rojos no andan con rodeos y siguen a paso firme rumbo a la próxima ronda. Si bien la matemática no sentenció su futuro todavía, un triunfo o un empate de Inglaterra frente a Panamá depositarán a los dirigidos por Roberto Martínez Montoliú entre los dieciséis mejores.


Ya desde el arranque apareció el que hasta el momento es uno de los jugadores más destacados del Mundial. Hazard se tardó tan sólo seis minutos en desnivelar desde los doce pasos. Una infantil falta de Ben Youssef les dio la chance a los europeos, y el delantero del Chelsea engañó al arquero para dar tranquilidad.


Como si fuera poco, cerca del cuarto de hora, surgió Lukaku en una acción que terminó con un remate cruzado que puso el 2-0. Pero lejos de llevar calma, la ventaja impulsó a Túnez, que se encontró con un descuento anímico. Fue un cabezazo de Dylan Bronn el que logró achicar las diferencias. A partir de ahí, los africanos se llenaron de valor y arrancaron algunas falencias aisladas de la defensa contraria. Más que nada, fue el sector central de la cancha la que se vio repleta de disputa, y ahí fue donde el planteo tunecino hizo pie.


Pero con el correr del cronómetro y frente a las reiteradas falencias a la hora de definir, los europeos volvieron a pisar fuerte en el terreno contrario. En el tiempo de descuento, otra vez Lukaku puso en juego toda su jerarquía para estirar la brecha a un merecido 3-1. El punta asombra con sus números ya que en media docena de partidos en mundiales convirtió en cinco ocasiones, cuatro en el actual torneo y emparejó la línea de Cristiano Ronaldo en la tabla de artilleros.


En el complemento, las cifras se ampliaron gracias a Hazard. El del Chelsea se disfrazó por un rato de toro y embistió la endeble defensa mal parada de los de Túnez. A pura potencia rompió en velocidad, eludió al arquero y definió con la valla a su merced para el 4-1. A partir de ahí continuó el show de juego asociado de los europeos; las combinaciones en velocidad fueron demasiado para los africanos, que se salvaron en incontables acciones y evitaron una goleada aún mayor.


Sobre la hora, Batshuayi firmó el 5-1. Fue el premio para el jugador del Dortmund que desperdició varias chances de marcar. En el último suspiro, Khazri descontó para la estadística y selló el 5-2 definitivo.


Bélgica mete miedo. Lleva 21 partidos sin perder, y su última caída, en el 2016 contra España, es una muestra de que el traje de candidato ya lo tiene puesto. Con puntaje ideal y además de un alto goleo, los Diablos Rojos lideran el Grupo G. A la espera del otro partido de la zona, buscarán liquidar en la última fecha cuando se midan contra Inglaterra.