Eran sus primeras experiencias en la competencia más extrema del planeta. El chaqueño Juan Manuel Silva llegaba a un Biouvac con un Buggy y llevaba a cuestas a Emiliano Spataro, compañero en su momento de la "Legión Argentina". Casco puesto, antiparras y repleto de polvo desértico, no reparó al dar rienda suelta a su alegría por haber terminado una etapa más. En aquel 2013 repitió una frase en ingles que marcaría parte de su carrera a futuro: "This is Dakar, men!", soltó.
Esto es Dakar. La competencia que pone a prueba todos los límites de la comunión entre el hombre y la máquina. Son moneda corriente las trasnoches de trabajo, el poco descanso y la exigencia física. Todo con un único objetivo: dar la vuelta. Si bien la edición 2019 será una versión small, debido a su reducido trazado, la misión sigue siendo la misma.
Desde que la mítica carrera se mudó en 2009 a los territorios sudamericanas, cinco países de manera alternada y combinada fueron los que tuvieron el privilegio de ser sede. Argentina, Chile, Bolivia, Perú y Paraguay albergaron al rally y cada uno ofreció dificultades diferentes.
De las diez ediciones que se desarrollaron fuera de África, la más complicada en materia de abandonos fue la del año 2015. El trazado compuesto por los desiertos chilenos, la altura boliviana y las dunas argentinas permitió que sólo el 45 % de los competidores terminaran la totalidad de las etapas. En aquel Dakar, en autos venció el catarí Naser Al-Attiyah, mientras que Marc Coma se impuso en motos, Rafael Sonik en quads y Ayrat Mardeev. En la contrapartida, en 2017 la marca de arribos alcanzó el 67 % de los participantes, la más alta en este rango histórico.
Participantes iniciales/ terminaron la prueba
2009 501/271 54%
2010 362/187 51%
2011 407/204 50%
2012 443/249 56%
2013 449/301 67%
2014 431/204 45%
2015 406/216 53%
2016 347/218 62%20
2017 327/220 67%
2018 335/191 57%