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jueves 6 de diciembre de 2018

Los pibes del Gringo

Vélez empezó el campeonato pensando en la tabla de los promedios con el objetivo de mantener la categoría. Sin embargo, el equipo se adaptó a la idea de Heize y con muchos jugadores jóvenes consiguió buenos resultados que lo alejan de la parte baja y ya piensa en la clasificación a las copas internacionales.
Los juveniles son claves para el equipo

Lejos quedó aquel último plantel de Vélez que peleó un campeonato, ese de la temporada 2013/14 que contaba con una delantera de lujo, conformada por dos protagonistas de la final de la Copa Libertadores que tiene al país en vilo: Lucas Pratto y Mauro Zárate.  Para el torneo siguiente, para estabilizar la economía del club, la dirigencia apostó por vender a figuras y jugadores experimentados y apostó por juveniles.


Decisión discutible desde el punto de vista deportivo, ya que Vélez padeció malos resultados durante cuatro campeonatos y estuvo más cerca de la pelea por la permanencia que pensando en los primeros puestos y en la disputa de torneos internacionales. Sin embargo, con la llegada de Gabriel Heinze la situación cambió.


El Gringo recaló en el Fortín por su gran paso en Argentinos Juniors, donde desplegando un juego vistoso que identificó a los hinchas del Bicho se consagró campeón del torneo de la B Nacional y se aseguró el ascenso a Primera División cuatro fechas antes.


Si bien es cierto que en el comienzo el andar del Vélez de Heinze fue irregular, los jugadores necesitaron su tiempo de adaptación para asimilar la idea futbolística que pregona el entrenador y tras seis meses de transición, el equipo comenzó a mostrar lo que pretende el Gringo en el certamen actual y se encuentra sexto, en zona de clasificación a la Copa Sudamericana y aún con mucho por jugarse. 


Las claves para este buen presente radican en que los futbolistas están convencidos y saben a qué juegan. Verticalidad, dinamismo, triangulaciones, ataque de los espacios, búsqueda del protagonismo y una presión incesante a la hora de recuperar. Para llevarlo a cabo, exige a sus jugadores al máximo desde lo físico.


Además, pese a que sufrió durante años por malos resultados, la apuesta por los juveniles finalmente dio resultado. Sin figuras rutilantes, los pibes son los que se destacan en Vélez. Jugadores como Thiago Almada (17 años), Nicolás Domínguez (20), Lucas Robertone (21) y Matías Vargas (21), este último ya convocado a la Selección, ilusionan a los hinchas. Gastón Giménez, ex Godoy Cruz y Estudiantes, es fundamental para mover los hilos en el medio y para situarse entre los centrales a la hora de salir de manera limpia y con superioridad numérica.


Tras el triunfo ante Rosario Central por 2-0 en la última jornada, el público coreó el nombre de Heinze, los hinchas se sienten identificados con el juego colectivo de Vélez y disfrutan de un presente que no era el imaginado, pensando en los primeros puestos y en la vuelta al plano internacional, y de a poco dándole la espalda a la tabla de los promedios.