El croata Luka Modric se llevó el galardón individual más importante del mundo del fútbol, cortando la hegemonía de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo (lo ganaron desde 2008 hasta 2017) que se lo repartieron en cinco ocasiones cada uno. A continuación se va a realizar un repaso de lo que fue el año del croata, que fue clave en cada uno de los logros de su equipo y Selección.
El capitán de la Selección de Croacia ganó su tercera Champions consecutiva con el Real Madrid (13° para el club). Fue el motor del equipo, que arrasó principalmente desde la fase de playoffs. Disputó los 13 partidos de la campaña, marcando un gol y realizando dos asistencias. Pese a que sus números no son contundentes, el “Pony” es clave en la recuperación del balón, en la distribución y en la creación de jugadas de gol. La otra competencia internacional que disputó con la Casa Blanca fue la Supercopa de Europa, donde perdieron 4-2 ante el Atlético del Cholo Simeone.
Luego de la final de Champions, donde vencieron de manera contundente al Liverpool por 3-1, llegó la Copa del Mundo. Allí Luka tuvo un mes prácticamente perfecto, siendo otra vez una pieza clave para alcanzar la final. El capitán de su Selección jugó los 7 partidos, marcó 2 goles y realizó una asistencia, además de ejecutar penales en octavos y cuartos de final.
A Modric le faltó coronar el Mundial con la frutilla del postre debido a que perdieron 4-2 el encuentro cumbre ante Francia. Pero se lleva el recuerdo de, entre otras cosas, haber bailado a la Argentina de Messi en la fase de grupos (goleada 3-0) marcándole marcado un verdadero golazo con un potente derechazo para estampar el 2-0 que liquidó el asunto.
En lo que respecta a los torneos domésticos con el Real Madrid, la historia fue diferente. En la Liga jugó 26 partidos, anotando un gol y entregando 6 asistencias, pero alcanzaron un “amargo” tercer lugar debido a un flojísimo arranque en las primeras jornadas. Además, su máximo rival, el Barcelona, se terminó consagrando por segunda vez consecutiva. Otra competición donde la Casa Blanca no pudo ser protagonista fue en la Copa del Rey. En dicho evento, Modric disputó sólo tres partidos en los que no pudo sobresalir y su equipo terminó cayendo en cuartos de final ante el Leganés.
De todas maneras, la actuación de Modric en los partidos claves de las competencias más importantes, sumado a su gran nivel a lo largo del año, hacen que el Balón de Oro sea más que merecido. Actualmente se encuentra en un complicado arranque de temporada con el Real Madrid, pero con la llegada de Santiago Solari como director técnico, parece que el equipo empieza a encontrar su rumbo para ser, cómo siempre, el gran rival a vencer en la Champions League.