El primer tiempo fue muy reñido y trabado, con dos equipos parejos que presentaron esquemas similares, con dos líneas de cuatro y dos atacantes. Ambos conjuntos se prestaron la pelota y dominaron las imprecisiones, ya que la fricción se evidenció mucho más que el juego asociado.
Gimnasia estuvo un poco mejor que Rosario Central, ya que con empuje llegó a tres cuartos de campo rival por los costados y rápidamente enviaron centros para intentar aprovechar el buen juego aéreo de Santiago Silva y Mauro Guevgeozián, que mantuvieron una lucha constante con los marcadores centrales del Canalla, Matías Caruzzo y Miguel Barbieri. Además, El Lobo supo generar infracciones cercanas al arco de su par que derivaron en pelotas paradas pero no generaron peligro.
Quien sí consiguió romper el cero por dicha vía fue Leonardo Gil. El Colo gambeteó en espacios reducidos entre varios hombres de Gimnasia y fue bajado por Facundo Oreja en la puerta del área. Con su pegada, el volante de Rosario Central colocó el balón pegado al palo y así logró convertir el primer gol de tiro libre en la Superliga.
En el inicio del complemento, cuando solo se disputó un minuto, Fernando Espinoza sancionó un dudoso penal por una supuesta infracción de Caruzzo sobre Silva. El uruguayo tomó la pelota y con un remate fuerte y seco con la cara interna igualó el encuentro.
Posteriormente, todo siguió con la tónica de la primera parte. Juego friccionado, cortado, con muchas faltas de los dos equipos y mucha lucha. Ni Gimnasia ni Central lograron dominar claramente a su par y casi no hubieron llegadas de riesgo. El empate le sienta bien a un partido muy parejo.
En la próxima jornada, Rosario Central recibirá a San Martín de San Juan en el Gigante de Arroyito mientras que Gimnasia visitará a Unión en Santa Fe. El Canalla marcha quinto con diez puntos mientras que El Lobo quedó décimo, con ocho.