El golf tiene una historia bastante irregular como deporte Olímpico. Pese a ser uno de las disciplinas más viejas y estar presente en París 1900 y Saint Louis 1904, fue discontinuado en los Juegos Olímpicos hasta hace dos años, cuando reapareció en Río de Janeiro 2016. Y después de haberse jugado también en los Juegos de la Juventud de Nanjing en 2014, dirá presente en Buenos Aires 2018.
Ela Anacona cumplirá 18 años apenas 5 días después de su último día de competencias en el Hurlingham Club. Junto con Mateo Fernández de Oliveira, serán los dos representantes argentinos de este deporte, compitiendo tanto de manera individual como juntos en la prueba por equipos mixta.
“Si me preguntabas hace seis años, no me imaginaba entrando a un Juego Olímpico juvenil, pero cuando me enteré de esta chance, quería ser yo la que jugara”, admite la golfista, que gracias a que su padre comparte esta pasión arrancó a sumergirse en este mundo a los 4 años. “Al poco tiempo me vio un profesor, y ahí arranqué y nunca más dejé”.
La carrera de Anacona la llevó a los 11 años a entrenar al centro de alto rendimiento de la Asociación Argentina de Golf (AAG) en Pilar, con el equipo nacional. “En ese momento no iban chicas de mi edad, sino que eran mucho más grandes. Se estaban preparando para otros objetivos, y yo ya quería estar a la par de ellas”, afirma sobre este gran cambio. Al año siguiente, ya tenía su primera experiencia de competir internacionalmente representando al país.
Al igual que a una gran parte de los representantes argentinos en Buenos Aires 2018, la preparación de la joven golfista dio un gran salto por el programa de preparación que se llevó a cabo de la mano del ENARD. Casi al mismo tiempo, ella cambió de entrenador y empezó a trabajar junto a Juan Ignacio Gil: “él me ayudó un montón para concientizarme más en los entrenamientos, y si bien sumamos cantidad, le pusimos mucha más calidad a las prácticas”.
A días de los Juegos de la Juventud, Ela Anacona ve como un factor primordial el estar bien mentalmente para no salirse de su estrategia: “Más allá de que el objetivo sea estar preparada técnicamente y llegar con buenas sensanciones, la idea es poder mantenerme tranquila en todo momento, porque el golf es súper mental. Este un deporte súper individual, y por más que compitas con otros, estás jugando todo el tiempo contra la cancha y contra vos mismo”.
Para hacer un buen papel en lo que ella define como “una pelea interna” contra sí misma, pueden ser valiosas las dos experiencias que tuvo en los dos Juegos Odesur en los que participó. En 2017 estuvo en los juveniles de Santiago, que era un objetivo para ella y para Fernández de Oliveira, con los que se llevaron ambos dos medallas (una compartida). “Eso fue un impulso que nos dijo que íbamos bien pero igualmente quisimos intensificar todavía más, y eso nos hizo dar cuenta de las cosas que faltaban mejorar”.
Este año, el otro paso importante fueron los Juegos Odesur pero de mayores, en Cochabamba. “Fue una gran experiencia poder compartir con gente mayor, y pudimos competir con profesionales, algo que en la Argentina con las mujeres no pasa mucho. Nos hizo medirnos y darnos cuenta de las cosas que teníamos que pulir. Yo creo que todo ayuda al proceso, y que todos los torneos nos ayudaron mucho”, describe la golfista, quien destaca la buena cantidad y calidad de torneos a los que la mandó el ENARD.
Buenos Aires 2018 será un gran desafío, pero la joven argentina también piensa a futuro en cuanto a su carrera deportiva. Su sueño es ser profesional, y el año que viene estudiará en la Universidad de Arkansas, en los Estados Unidos. “Es verdad que pocos golfistas argentinos pueden llegar a ser profesional. Quizás todavía me falte un poco de distancia a mis golpes, ya que la tecnología no para de avanzar y cada vez se pega más fuerte, pero yo creo que la gran diferencia está en que por ahí los argentinos nos preocupamos demasiado por la técnica y no por entender el juego en sí, entonces estratégicamente podemos perder muchas cosas”.
Las chances están para buscar aprovecharlas. En el Hurlingham Club, Ela Anacona tendrá la oportunidad de demostrar todo su trabajo para estos Juegos de la Juventud, y quizás pueda convertir de este torneo otro buen desempeño en su carrera, que busca el profesionalismo como un paso posterior. Ante su gente y con rivales de todo el mundo, el golf estará bien representado por ella.