Los Juegos Olímpicos de la Juventud, que comenzarán en octubre, podrían tener en la natación algún resultado histórico. En las dos ediciones anteriores de este evento, ningún argentino pudo alcanzar la final, siendo eliminados todos ellos en la ronda preliminar o en semifinales. En Buenos Aires 2018, la situación puede ser totalmente distinta.
Entre los seis argentinos que fueron confirmados para competir en esta disciplina Buenos Aires 2018, se encuentra Selene Alborzen, quién a sus 15 años será parte de la camada más chica en ser parte de estos Juegos de la Juventud. Igualmente, poco le importa a ella el detalle de la edad: “me di cuenta que no importa que tan lejos estés, que con sacrificio todo es posible”.
La dedicación y la constancia hicieron de la nadadora un gran proyecto a futuro, que a su vez impresiona también por su presente, ya que estableció varios récords nacionales en las categorías de menores y cadetes y destronando, por ejemplo, a Virginia Bardach para quedarse con la marca de 200 metros combinados.
“Más allá de los nombres, poder tener tantos récords nacionales para mí es poder superarme en cada torneo que los haga, y saber que cada vez estoy mejorando un poco más”, afirma Alborzen. Ella llegó a la natación a los 6 años, y a los 9 ya entrenaba para la natación competitiva. “Me di cuenta de lo que podía hacer en esta actividad cuando hice mi primer récord nacional en la categoría menor 2 en los 400 combinados de pileta larga”. Ese fue el primero de varios para la integrante de la Selección Argentina Juvenil de natación.
Participar en Buenos Aires 2018 es un enorme logro, y los resultados fueron haciendo que algo que parecía muy lejano sea una realidad: “Me enteré de que había unos Juegos Olímpicos de la juventud en una de mis primeras concentraciones hace 2 o 3 años atrás. Pero nunca creí que lograría llegar a ellos y formar parte del equipo”. Finalmente, competirá en las pruebas de 200 metros combinados y 200 metros pecho. La nómina de argentinos en natación la completan Delfina Pignatiello, Julieta Lema, Delfina Dini, Joaquín González y Juan Ignacio Méndez.
“Siento una emoción gigante, más que nada por poder representar a mi país en un Juego Olímpico que, por más que sea juvenil, es una sensación hermosa”, describe Alborzen, que no se queda sólo con el hecho de participar sino que también se plantea un objetivo personal: “Mi mayor objetivo es poder hacer mi mejor marca histórica en ambas pruebas, y poder entrar a una final”. De lograr lo que ella misma se propone, alcanzará una fase a la que la Argentina todavía no llegó en unos Juegos de la Juventud.
También es cierto que, como dice la joven nadadora por sí misma, los resultados no llegan sin sacrificio. “Este año fue muy duro. Estuve entrenando todos los días, algunos días de madrugada y doble turno los sábados”, relata destacando también el apoyo que recibe del Instituto Tucumán, donde ella estudia, sobre todo por los viajes que tiene que hacer.
En menos de dos meses, Selene Alborzen estará compitiendo para demostrar su nivel y la preparación que tuvo los últimos años de cara a Buenos Aires 2018. Más adelante estará el Mundial Junior de Hungría en el 2019, pero ahora la mira está puesta en octubre, donde tanto ella como los demás representantes argentinos tendrán la chance histórica de llegar a una final Olímpica juvenil, y por qué no quedarse con una medalla.