Tras 178 giros en el trazado del autódromo Oscar y Juan Gálvez, el actual campeón defensor batalló contra varios imponderables para recibir antes que nadie la ansiada bandera a cuadros. Con la presencia de Mauro Gialombardo en la línea de sentencia, homenajeado después de lo que fue un duro accidente hace un año atrás, el Turismo Carretera tuvo su gran fiesta.
Planteada como una carrera especial, ya cumpliendo su segunda edición, los 1000 kilómetros de Buenos Aires ya es un evento que le abre al ganador las puertas de la historia grande. No sólo es la fecha más esperada del calendario, sino que además otorgó puntaje doble para pensar en la definición de la etapa regular del campeonato.
El Titán de Arrecifes fue siempre protagonista de una exigencia que mostró desde su comienzo el potencial de la categoría más popular del automovilismo argentino. En el tramo inicial, Mariano Werner, Guillermo Ortelli, Josito Di Palma, bajo el mando del auto de Valentín Aguirre dominaron las acciones, pero con el correr de las variantes, las estrategias y las detenciones empezaron a cumplir un rol fundamental a la hora de acomodar a los protagonistas en la grilla.
Los autos de seguridad no fueron un condimento más, ya que superaron en cantidad de apariciones a las neutralizaciones que se dieron en la edición inaugural en 2017(12 contra 9), y con la novedad reglamentaria, que permitía reabastecer combustible bajo el régimen de bandera tricolor, se barajaron un sinfín de modificaciones que ofrecieron mayor espectáculo y pelea en los primeros puestos.
El que penó gran parte de la exigencia, pero logró salir del suelo porteño como líder del torneo fue Jonatan Castellano. El de Lobería arribó en la ubicación 11 y se afirmó a la cima de la tabla general, cuando aún falta una jornada para el cierre de la fase regular, que dará inicio a la etapa de Playoff.
El tramo decisivo de la carrera tuvo como protagonista a Canapino y a Leonel Pernía. El Chevrolet arrecifeño se repuso a desperfectos mecánicos mientras era comandado por Alonso y aprovechó las sucesivas neutralizaciones para cambiar los cuatro neumáticos. El caucho fresco, sumado al gran ritmo para rematar la faena que le puso el piloto titula en las 30 vueltas definitivas terminaron de torcer el destino de la carrera.
Más atrás, la lucha entre Santero, Facundo Ardusso y Sergio Alaux fue otro de los atractivos. Sobre el final, el representante de Dodge se metió como una cuña entre el puntero y el tercero.
De esta manera, Canapino ya quedó con el campeonato de carreras especiales y se convirtió por partida doble como parte de los 12 que definirán el título. Además de él, Castellano, Ardusso, Ortelli, Werner, Pernía y Lambiris son los que también se incluyeron en el selecto grupo gracias a las matemáticas. La próxima fecha será en Paraná el próximo 9 de septiembre.
Posiciones sujetas a cambios por verificación técnica y reglamentaria.
Así está la pelea por el ingreso a la Copa de Oro.