Caos. Con esta palabra se podría definir a la exigencia en el tradicional autódromo en suelo teutón. Cuando parecía que no se le iba a escapar a Sebastian Vettel, y que el de Ferrari podía darle el golpe necesario para sacarle diferencia a su principal perseguidor, aparecieron los imponderables en pista para sonreírle al representante de Mercedes, equipo que consiguió el 1-2 que anhelaba.
La localía no fue una variable que haya pasado desapercibida. El alarido de los fanáticos de Las Flechas de Plata resonó entre los potentes motores de la máxima categoría al ver como el bambino de la casa del Cavallino Rampante se pasaba infantilmente en un frenaje e hipotecó todas sus posibilidades de una competencia que siempre lo tuvo como animador, en una clara muestra de la preferencia por
Tras una largada prolija, Vettel dominó con claridad el trámite de la exigencia. Más a trás a causa de sufrir inconvenientes en las tandas de clasificación, Hamilton partió desde la decimocuarta ubicación, aunque el potencial de su auto le para avanzar sin perder terreno y se metió en el lote de punta. El británico exiigó los compuestos de su neumáticos y estiró su parada para sacarle más rédito a su detención.
Entre los punteros, Kimi Raikkonen y Valtteri Bottas le siguieron el ritmo a líder parcial, hasta que a falta de 20 vueltas para el final comenzó la emoción. Con varios protagonistas cambiando los compuestos para suelo mojado, y con la amenaza de lluvia, la cinta asfáltica empezó a mostrar charcos, y luego sol. En medio de las dudas, Vettel se equivocó en un frenaje y perdió todas sus posibilidades de mantenerse en la cima del campeonato.
Lo festejó Lewis Hamilton, que se trepó a lo más alto de podio. Acompañado por su compañero de equipo y por Raikkonen, el nuevo líder del torneo le sacó 17 unidades a su escolta. Ahora, con el trámite a su favor y luego de festejar en la casa de su estructura, el actual campeón defensor buscará extender su buena fortuna en una semana en suelo Húngaro.