La Selección francesa venció 4-2 a Croacia en la final del mundial de Rusia 2018, en el estadio Luzhniki de Moscú y ante 81.500 personas, con goles de Mario Mandzukic (en contra), Antoine Griezmann, Paul Pogba y Kylian Mbappé, mientras que Ivan Perisic y Mario Mandzukic anotaron para los subcampeones. Con este título, Francia logró su segunda consagración mundialista, alcanzando a Argentina y Uruguay. 

El partido comenzó más favorable para Croacia, que salió decidido y a presionar desde el primer minuto. Durante los primeros 15 fue Perisic quien más sobresalía, con buenos desbordes y alguna que otra jugada que incomodaba a la defensa francesa; el objetivo de los croatas era claro, buscar al gigante Mandzukic mediante buenos centros. Los mediocampistas franceses (N´Golo Kanté, Blaise Matuidi y Pogba) no podían dominar y eran superados por los mediocampistas rivales (Marcelo Brozovic, Luka Modric e Ivan Rakitic). Por otra parte, Kilian Mbappé y Griezmann estaban anulados, casi sin poder tocar la pelota. Recién a partir del cuarto de hora fue cuando estos dos últimos pudieron incomodar a los croatas.  Un desborde del joven de 19 años no pudo generar mucho peligro, pero ya comenzaba a avisar.

El gol de los franceses llegó a los 18 minutos, tras una falta inexistente sobre Griezmann, quien luego lanzó un centro que dio en la cabeza de Mandzukic y terminó metiéndola en contra. Tras el gol de Francia, los croatas comenzaron a buscar el empate con mucha intensidad; primero un cabezazo del defensor central Domagoj Vida a los 21 minutos, que pasó por arriba del arco defendido por Hugo Lloris, y luego una volea de Rakitic que también pasó lejos. El partido ya estaba mucho más destrabado. Así fue como llegó el merecido empate para Croacia, a los 28, con una volea cruzada  de Perisic, tras una muy buena jugada preparada.

Luego del gol croata, el partido se emparejó y no hubo situaciones de gol hasta que, a los 36 minutos, Perisic tocó la pelota con la mano dentro de su área y el árbitro argentino, Néstor Pitana, cobró penal luego de revisar la jugada con el VAR. Griezmann fue el encargado de ejecutar el penal, que cambió por gol con una definición a la derecha de Danijel Subasic, quien se tiró para el otro lado. Tras el gol de los galos, Croacia tuvo un par de situaciones para empatar, primero una volea de Rebic en el punto del penal pero que salió muy floja, y luego un cabezazo de Vida que generó muchísimo peligro pero no pudo entrar. Así, los equipos fueron al descanso con un 2-1 favorable a Francia. 

El segundo tiempo comenzó con muchísima intensidad; en el primer minuto Griezmann pateó desde afuera del área y el disparo fue contenido por Subasic sin problemas, y en la siguiente jugada Lloris le atajó un muy buen disparo a Rebic. El partido ya era de ida y vuelta, con Croacia buscando la igualdad y Francia sufriendo, pero consiguiendo generar peligro gracias a lo adelantado que estaba el conjunto rival. De esta manera fue como Pogba anotó el tercero, luego de un rebote, de zurda desde la medialuna del área y comenzó a liquidar el partido.

Tras el gol de Pogba, Croacia estaba cada vez más desesperado y dejando más espacios, ante un Seleccionado Francés que estaba mucho más acomodado tras el ingresó de N´Zonzi por Kanté, quien estaba sufriendo mucho ante los mediocampistas rivales. A los 64 minutos llegó el gol de Mbappé, quien hacía lo que quería gracias a los espacios que dejaba el rival, tras un muy buen remate desde afuera del área que dejó sin reacción a Subasic y terminó de liquidar el asunto. 5 minutos después Mandzukic anotó el último gol del mundial y descuento para Croacia, tras una grosero error de Lloris, quien quiso salir jugando con el pie.

Tras la anotación del delantero de la Juventus, Francia pasó un par de apuros en defensa y le costaba salir jugando, pero pudo mantener la ventaja y no tuvo que sufrir tanto. Solo un par de disparos de Rakitic, que pasaron cerca pero no sirvieron de mucho. Por otra parte, se vio un flojo partido del ganador del balón de oro del mundial, Luka Modric, quien estuvo muy poco participativo y casi no generó peligro para sus rivales, salvo algunos centros que contuvo Lloris o que sus compañeros no pudieron aprovechar. 

Con este resultado, Francia ganó el segundo mundial de su historia, alcanzó a Argentina y Uruguay, y dejó atrás a Inglaterra y España, con una consagración. Por otra parte, fue la segunda final con más goles en la historia de los mundiales junto a la de 1930, en la que Uruguay venció también 4-2 a Argentina; el único encuentro decisivo con más goles fue el de Suecia 1958, en el que Brasil, de la mano de un joven Pelé, logró su primer título al vencer a los locales por 5-2.