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sábado 14 de julio de 2018

Vergne, campeón en Nueva York

El piloto francés del equipo Techeetah arribó quinto en la ePrix en la Gran Manzana y se coronó como nuevo monarca en la Fórmula E. Lucas Di Grassi, Daniel Abt y Sébastien Buemi completaron el podio.

Un rendimiento de ensueño le permitió al ex Fórmula Uno sacar una ventaja suficiente para sentenciar las matemáticas en lo más alto de la tabla general. Partiendo desde el fondo y con la necesidad de recortarle al quien fue su principal rival a lo largo de una reñida temporada, Sam Bird, Jean-Eric Vergne festejó de manera anticipada y se convirtió en el cuarto campeón diferente de la especialidad.


Con una sonriente dedicatoria y un medido festejo rodeado de abrazos y saludos, el piloto galo se dio el gusto de gritar campeón de una temporada que lo tuvo como animador desde principio a fin. Tras una sanción en las tandas de clasificación, que lo obligó a partir desde las últimas ubicaciones de la grilla, el candidato de Techeetah tuvo un arranque complicado. "La idea es hacer una carrera estratégica", anticipó antes de la partida Pedro de la Rosa, referente el equipo en relación con el plan previo a la competencia.


Y el plan salió a la perfección, ya que no sólo Vergne avanzó decididamente, sino que Bird se vio en conflictos a no poder salir de las redes del décimo puesto. La brecha a tener en cuenta era de 30 unidades, ya que en la exigencia de mañana se repartirán 29 puntos. Con el quinto puesto del flamante campeón, y el noveno lugar del piloto inglés, las matemáticas le dieron la derecha. "Mucha felicidad. Mañana estaré más tranquilo y voy a poder ver al equipo en la final del Mundial", ironizó el ex Fórmula Uno, quien corriera entre 2012 y 2014 en el equipo Toro Rosso.


En otro trámite, los de Audi tuvieron sus momentos destacados en la tarde neoyorquina: Di Grassi y Abt se debatieron la punta a tal punto que el brasileño no reparó en atacar a su compañero para quedarse con una victoria que termina siendo una sonrisa en un año que tuvo momentos de altas y bajas.


Para el argentino José María López, la primera batalla fue derrota. El cordobés había tenido una destacada tarea en clasificación y una mejor largada, pero un incidente con Jerome D'amborssio en la primera curva le rompió el alerón trasero, impidiéndole tener una herramienta para dar pelea. Sin ritmo y con un trámite enredado, Pechito abandonó con el auto del equipo Dragón.


Así, y a la especie del cierre de la temporada, que le dará la despedida al auto de primera generación para darle lugar a su evolución, el domingo se correrá la segunda exigencia en suelo norteamericano para ponerle el broche de oro con acento francés.