El Mundial entró en su recta final y ya se conocen los dos finalistas: Francia y Croacia. En la segunda semifinal de este increíble torneo hubo una nueva sorpresa y, el equipo que venció 3-0 a la Argentina, disputará la primera final de su historia.

El primer tiempo fue favorable para Inglaterra, que consiguió a los cinco minutos el gol que abrió el resultado. Tras una falta de Luka Modric sobre Dele Alli en la medialuna del área, Kieran Trippier pateó el tiro libre y convirtió un verdadero golazo, el primero para el jugador del Tottenham en este certamen. Luego del gol los ingleses estaban muy cómodos en el partido, tenían la pelota y no le permitían a sus rivales entrar en juego. Además, ganaban en las pelotas paradas y así fue como tuvieron una chance para ampliar el marcador, Harry Maguire ganó de cabeza en el área pero su cabezazo se fue cerca del palo derecho de Danijel Subasic.

Por su parte, los dirigidos por Zlatko Dalić no encontraban a los jugadores encargados de generar juego, ni Modric ni Ivan Rakitic aparecían en el partido. Solo contaron con dos chances en la primera mitad: un remate lejano de Ivan Perisic que se fue desviado y un disparo de Ante Rebic, el que más intentó, en la puerta del área que tapó Jordan Pickford. Sin embargo la jugada polémica se dio en el cierre del primer tiempo, tras un tiro libre de Modric, Dejan Lovren buscaba la pelota pero Maguire lo tomó dentro del área causando un claro penal que el árbitro turco Cüneyt Çakır decidió no cobrar y ni siquiera recurrir al VAR, dando por finalizado los primeros 45 minutos.

En el segundo tiempo todo cambió. A pesar de que Croacia no seguía teniendo un buen juego encontró el empate en el minuto 68. Tras un buen cambió de frente de Rakitic, Sime Vrsaljko controló y sacó un centro que anticipó de manera peligrosa Ivan Perisic, quien anotó su segundo gol en esta Copa del Mundo. A partir del tanto ambas selecciones cambiaron, los croatas se adueñaron del partido y contaron con varias chances para llevarse el encuentro.

Dos minutos más tarde la suerte jugó para los ingleses, luego de un grave error de la defensa la pelota le quedó a Perisic, que encaró a Walker y pateó de zurda pero la pelota pegó en el palo y en el rebote le quedó muy encima a Rebic que remató y le salió a las manos del arquero. A falta de diez para el final Los Fieros tuvieron dos oportunidades más mediante Mandzukic, quien disparó de volea y atajó Pickford, y el autor del gol que sin arquero, ya que este había salido mal a despejar, no le pegó bien y se fue por encima del travesaño.

De esta manera fue como ambos equipos se fueron al tiempo suplementario en un partido que fue muy cambiante. A pesar de su buen primer tiempo, Inglaterra se mostró muy dudosa tras el gol de empate y Croacia todo lo contrario, mediante apariciones esporádicas de Modric y Rakitic, tuvo varias chances para ganar el encuentro pero tuvo que disputar su tercer tiempo suplementario consecutivo para meterse en la final del Mundial.

En el primer tiempo extra la única chance la tuvo el equipo de Southgate cuando John Stone cabeceó tras un córner y en la línea la sacó Vrsaljko. Pero todo se definió al minuto 108, Perisic cabeceó sin intención y habilitó a Mandzukic, quien anticipó a una defensa inglesa dormida y sin reacción y de sobrepique anotó el gol que depositó a su país en la final de la Copa del Mundo.

Así fue como en un atrapante partido, los croatas llegaron al partido decisivo de una cita mundialista por primera vez en su historia, por su parte Inglaterra volvió a perder una semifinal (como en el Mundial de Italia 1990) y jugará el partido por el tercer puesto el sábado a las 11 frente a Bélgica.