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lunes 9 de julio de 2018

No estuvieron a la altura

Los cinco seleccionados sudamericanos no consiguieron destacarse y fueron eliminados prematuramente del Mundial, de esta forma, la competencia es dominada por los europeos, que lograron imponerse y sumarán un cuarto campeón consecutivo en Copas del Mundo cuando finalice el torneo.
Los sudamericanos fueron superados por los europeos

Disputar el Mundial en suelo europeo no es tarea sencilla para los seleccionados sudamericanos, así lo marca la historia, ya que solamente en una oportunidad un combinado procedente de estas tierras alzó el trofeo en el viejo continente. El autor de dicha hazaña fue Brasil y lo logró hace 60 años, en Suecia 1958. En aquella ocasión, la Verdeamarelha en la que brilló Pelé, derrotó a los locales 5-2 en la final.


También la historia reciente evidencia la dificultad que atraviesan los sudamericanos para imponerse en los Mundiales. El último campeón fue Brasil, en Corea-Japón 2002. Además, de los últimos ocho finalistas en Copas del Mundo, solo Argentina logró llegar al partido decisivo, en la última edición del certamen, hace 4 años. Los restantes fueron todos europeos.


En la competición que se está jugando en Rusia, la performance de las selecciones sudamericanas no fue la excepción respecto a los Mundiales anteriores. Ninguna de las cinco llegó a las semifinales, y si bien es cierto que algunas tuvieron una mejor participación que otras, ninguna cumplió con el objetivo que se había trazado previo a iniciar el campeonato.



Perú fue el primer equipo en despedirse del Mundial, y el único en hacerlo en la primera ronda. El partido del debut condenó a Los Incaicos, que cayeron ante Dinamarca a pesar de hacer un buen partido y merecer más desde el resultado. Luego, la jerarquía de uno de los semifinalistas, Francia, fue demasiado para los dirigidos por Ricardo Gareca, que ya con dos derrotas encima se quedaron sin posibilidades de avanzar a los octavos de final.


Colombia tuvo una participación aceptable, aunque no pudo llegar a los cuartos de final como lo consiguió en Brasil 2014. En la fase de grupos se reivindicó del traspié inicial ante Japón con triunfos sobre Polonia y Senegal, y en octavos se cruzó con Inglaterra, uno de los que siguen con vida en el certamen, en un encuentro que dejó la sensación de que Los Cafeteros pudieron animarse a más y lastimar a los dirigidos por Gareth Southgate. No obstante, un cabezazo de Yerry Mina deposito a Colombia en los penales, pero no consiguieron imponerse desde los doce pasos.


Brasil y Uruguay fueron las que más lejos llegaron, cuartos de final, y también dejaron una buena imagen por lo mostrado en la cancha. Sin embargo, pasar dicha ronda era un objetivo que dos selecciones que supieron ser campeonas del mundo, tenían en la previa. Apoyada en la jerarquía de dos de los mejores atacantes del mundo, Luis Suárez y Edinson Cavani, y en un juego basado en el orden defensivo y la agresividad para recuperar la pelota, La Celeste pasó sin problemas la primera ronda. En octavos venció a Portugal, pero el delantero del París Saint-Germain, clave en la victoria, se retiró lesionado y su ausencia fue notoria en el choque frente a Francia, en donde Los Charrúas no tuvieron peso en la ofensiva y fueron superados ante un equipo joven, rápido y repleto de figuras.



El objetivo de Brasil era coronarse y agregar su sexta estrella al escudo, pero al Scratch le sigue costando la Copa del Mundo, ya que luego de ganarla en 2002, solo una vez llegó a semifinales, aunque el recuerdo no es muy grato. Derrota histórica ante la Alemania posteriormente campeona por 7-1, en condición de anfitriones. A Rusia llegaron con la confianza en alza, habiendo perdido solo un partido desde la asunción de Tite en 2016 como director técnico. A diferencia de la edición anterior, la eliminación y la derrota no dejaron una herida tan profunda como la sufrida ante los teutones ya que ésta vez, frente a Bélgica, La Verdeamarehla cayó 2-1, de pie, yendo a buscar el empate con decisión y buen juego y haciendo sufrir a su rival, pero el pentacampeón aspiraba a mucho más, y otra vez quedarse en cuartos de final resultó desalentador.


Por el objetivo trazado, la calidad de los jugadores para lograrlo y lo posteriormente mostrado en el campo, la participación de Argentina fue la más decepcionante entre los equipos sudamericanos. Un pobre empate ante Islandia, una contundente caída frente Croacia y una sufrida victoria contra Nigeria sobre la hora revelan que la performance de La Albiceleste en la fase de grupos no fue buena, pese a conseguir el pasaje a octavos. Con decisiones extrañas del cuerpo técnico a lo largo de la competencia y sobre todo en el cruce ante Francia, el equipo se vio desdibujado, carente de profundidad y de movilidad. Un contexto sumamente desfavorable para que brille su máxima figura, Lionel Messi, que se retiró de la Copa con una actuación discreta en el balance. El último subcampeón tenía como fin volver a disputar el partido decisivo, pero Les Bleus lo superó ampliamente, propinándole cuatro goles a lo largo del encuentro.


Cuando Brasil venció a Alemania en 2002 y se coronó campeón, Sudamérica sobrepasó a Europa en cantidad de títulos en Mundiales, 9 contra 8. Pero con el correr de los años y de las competencias, la balanza se inclinó hacia el otro lado, con tres títulos consecutivos para los del viejo continente, y uno más asegurado cuando termine la presente edición en Rusia. Además de la cuestión azarosa que siempre incide en el fútbol, como fue el caso de Colombia en los penales frente a Inglaterra o el peloteo de Brasil a Bélgica en el final que no derivó en el empate, hay otros factores que inciden en la superioridad europea.


Con una mejor economía, tienen la posibilidad de armar proyectos a largo plazo, enfocados en una formación integral de los juveniles, como el que hizo Bélgica, que en el último tiempo dio sus frutos y actualmente se ve reflejado en el Mundial, con Los Red Devils entre los cuatro mejores. Además, los jóvenes talentos que nacen de este lado del Atlántico son vendidos a los clubes del exterior previo a debutar en la primera división de su país, lo que dificulta el trabajo en los seleccionados juveniles, por tenerlos lejos y no tener la posibilidad de dedicarle más tiempo de entrenamiento y de formarlos día a día como personas y como profesionales.