La décima fecha de la temporada de la máxima categoría del automovilismo mundial en suelo inglés dio uno de los espectáculos más reñidos de la temporada. Con la carrera al título al rojo vivo, los pilotos más encumbrados no se guardaron nada para el deleite del público presente en el histórico trazado.
Silverstone es una de las plazas más esperadas del calendario no solo porque su tradicional presencia que año a año se renueva en la Fórmula Uno, sino que también la respuesta del público local está a la altura de la circunstancia. Casi llegando a la mitad de la temporada, según la organización cerca de 340 mil espectadores se dieron cita en las gradas del circuito para hacer fuerza por Hamilton, el anfitrión.
Pero pese a que el inglés se había quedado con la pole position del sábado, un toque en la primera vuelta con Raikkonen enredó las posibilidades del de Mercedes de ser competitivo. El ritmo de la Flecha de Plata número 44 no acusó recibo de un leve daño y remontó a fuerza de récords de vueltas para arrimarse en los puntos. La fortuna del incidente con el finés estuvo en que el contacto entre los autos fue rueda con rueda y no se vieron afectadas partes sensibles.
Por su lado, Vettel y Valtteri Bottas se escaparon en la cima de la carrera y entablaron un duelo aparte. Acosados desde lejos por los dos representantes de Red Bull, los líderes impusieron su ritmo y se dedicaron a administrar los impredecibles compuestos de neumáticos planteados para la exigencia.
Al promediar la prueba, planteada a 52 giros, Marcus Ericsson, del equipo Sauber sufrió un duro impacto por un inconveniente con el DRS y generó el ingreso del auto de seguridad, que le dio vida a los de Mercedes para que neutralizaran las diferencias con la punta. La tendencia se estabilizó en el ingreso del segundo Safety car tras el toque entre Romain Grosjean y Carlos Sainz. Ni lentos ni perezosos, desde el box de Ferrari hicieron ingresar al puntero para montar los compuestos más suaves para sacar más redito a la velocidad de la máquina del Cavallino Rampante, mientras que los de la casa alemana no reaccionaron y dejaron los neumáticos más lentos.
El error de estrategia en el auto de Bottas y de Hamilton generó que los de la estructura italiana tuvieran un ritmo demoledor en las últimas vueltas de la carrera. Con maniobras tan ajustadas como arriesgadas, Vettel se recuperó de la parada en zona de pits para volver al primer puesto. Una sambullida justa le permitió dar cuenta del finés, que luego le cedió su puesto a su compañero de equipo para minimizar el impacto en el torneo. Por si fuera poco, Raikkonen también metió el auto de forma heroica a falta de tres variantes para alcanzar el último peldaño del podio.
De esta manera, Vettel se quedó con un importante triunfo en suelo inglés y le impidió a su eterno rival superar un récord que mantiene junto con una leyenda de la especialidad, Jim Clark. El referente de Lotus tiene cuatro victorias en el Gran Premio británico (en los circuitos de Aintree, Silverstone y Brands Hatch), y Hamilton no pudo superarlo en esta cifra. Además el alemán alcanzó su cuarta victoria del año y llegó a la cifra de 51 festejos en su carrera deportiva, misma cantidad que el múltiple campeón francés Alain Prost.
De esta manera, el campeonato sigue en manos del bambino del Cavallino Rampante, que sumó 171 unidades, mientras que su perseguidor quedó a ocho puntos. La próxima exigencia dará continuidad a la gira europea y llevará la acción a Alemania el 22 de julio.