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sábado 30 de junio de 2018

Un proceso cada vez más necesario

Argentina cayó, quedo afuera del mundial y deberá comenzar a afrontar un cambio de generación, pero ¿es lo único que debe cambiar?

Se llegó al Mundial con lo justo, se pasó la primera fase sin dejar siquiera una buena sensación y finalmente se cayó en octavos frente a Francia, obteniendo así la peor trayectoria desde Corea-Japon 2002.


Este resultado no es enteramente culpa de los futbolistas ni mucho menos, el mal funcionamiento de la selección durante este prestigioso torneo recae casi plenamente en los constantes malos planteamientos de un técnico que prometía mucho cuando llegó pero nunca estuvo ni cerca de lo esperado. Una lógica dudosa fue el estandarte de un entrenador, que frente a Francia volvió a cambiar de esquema y nombres cuando esto no era lo mas recomendable despues de la falta de identidad mostrada en la fase de grupos. Sin embargo caer solo en el técnico continúa siendo un grosero error.


El verdadero problema viene de más arriba, desde una dirigencia que no desarrolla un proceso que incluya a las juveniles, siendo esta la ultima generación exitosa en torneos de esta categoría. Una dirigencia que no contrata a un entrenador por su idea de juego, sino porque está de moda o porque se parece a un técnico top u otro motivo realmente poco importante. Lejos estamos de entablar un proceso como el de Alemania, una selección constante y exitosa, más alla de su pobre rendimiento en Rusia 2018.


Si ahora comenzamos a pensar en que jugadores serán los herederos de este equipo y solo vienen a la mente jugadores aislados que se destacaron en un club, no que vienen de un proceso formativo que implante un estilo de juego. Vemos que no hay una continuidad en los técnico que estuvieron desde la salida de José Pekerman en el 2006, mientras algunos tenían un estilo ofensivo, fueron seguidos por otro con uno defensivo y luego por uno con preferencia por la tenencia y finalmente uno que se decantaba por jugar de coontrataque.


Ahora se acabó el mundial prematuramente pese a que la suerte estuvo de nuestro lado durante gran parte del torneo pero ¿cuánto tiempo más podemos apostar a eso? El cambio de raíz debe llegar y debe hacerlo pronto si no queremos estar cada vez peor.