"Biscotto", un término utilizado en el ambiente del fútbol que comenzó en la Eurocopa 2002, cuando el mismo conjunto danés igualó sospechosamente con Suecia y dejó afuera del torneo a Italia. Con este empate, Francia y Dinamarca lograron el pasaje a octavos de final y, en caso de que Argentina logre la clasificación, se enfrentará contra Los Azules.
Lo que en la previa del partido se temía que sucediera, finalmente ocurrió. En ningún momento los equipos intentaron llevarse la victoria ya que el 0-0 les permitía seguir en el Mundial y dejar afuera a Australia. No tomaron riesgos y pese al constante abucheo de la gente, ambas selecciones ya están pensando en sus respectivos encuentros de la fase final.
Pese a esto, el equipo de Didier Deschamps, a quien se lo vio muy fastidioso por la actuación de su equipo, llegó por primera vez en el partido al arco rival en el minuto 14, cuando tras una buena pared entre Lucas Hernández y Olivier Giroud, el delantero remató pero Kasper Schmeichel la sacó al córner. Promediando la primera mitad tuvo dos situaciones más, primero Ousmane Dembélé pateó a colocar pero el balón se fue cerca del palo izquierdo; y luego Antoine Griezmann intentó desde afuera del área pese a que su disparo le salió a las manos del arquero del Leicester City.
En la parte complementaria no sucedió mucho más, a ambos equipos le servía el empate y quedó demostrado. Solo hubo dos remates por parte de Nabil Fekir, en primera instancia con un zurdazo potente que pegó en el ángulo pero de la parte de afuera de la red y, cerca del final, un disparo que contuvo de buena manera Schmeichel.
Así fue como finalizó este partido del grupo C, con un “pacto” entre los jugadores para no complicar la clasificación de ninguno. Francia enfrentará al segundo del grupo D (Nigeria, Islandia o Argentina) el sábado a las 11 y Dinamarca chocará con Croacia el domingo desde las 15.