Los Juegos Suramericanos de Cochabamba fueron una experiencia más tanto para los Gladiadores como para la Garra, para competir y trabajar de cara a próximos y grandes objetivos. Ambos equipos se quedaron con la medalla de plata: Brasil se quedó en ambas ocasiones con el oro. La buena noticia, es que todos ellos estarán en Lima 2019.

Lucas Moscariello, pivot de la Selección masculina de handball, valora el hecho de sumar rodaje en las distintas competencias, y más si viene de la mano con compartir con atletas de otras disciplinas en una villa olímpica: “Cada torneo es una experiencia nueva para cada uno, y este fue el primero que tuvimos por los puntos con Manolo (Cadenas)”.

Justamente, el español Manolo Cadenas trajo consigo nuevos sistemas tácticos, y Moscariello afirma que tienen que saber aprovecharlas. “Tiene muchas variantes, es complejo y cuesta un poco, pero también la adaptación y haber estado en Cachi nos ayudó a todos para conocernos y mejorar ese sistema de juego. Necesitamos estar finos en todas esas variantes”, afirma el jugador.

El objetivo estaba implícito para los Gladiadores, y era clasificar a los Juegos Panamericanos del año próximo en Lima. “Una vez que le ganamos a Chile, estábamos todos muy mentalizados en ganar la medalla de oro porque sabíamos que podíamos”. La derrota ante Brasil 25-22 golpeó un poco para el pivot, pero asegura que el equipo está pensando ya en el Panamericano de handball en Groenlandia, buscando la revancha.

Para Moscariello, los efectos de la altura de Cochabamba fueron mayores a los que imaginaba: “Me acuerdo de una charla que tuvimos en la que hablábamos de los jugadores de fútbol, cuando se quedan sin aire y vos los ves por la tele. Pero ahora que lo viví, me doy cuenta que realmente influye bastante. Te ahogás, te quedás sin aire y te duele la cabeza. Al final ese problema lo sufríamos todos”.

Como parte de la Selección Argentina, la convivencia con Diego Simonet, que recientemente hizo historia consagrándose campeón de la Champions League con el Montpellier francés y siendo el MVP de las finales, es muy valiosa. “Tenerlo con nosotros es un orgullo. Hay que saber aprovecharlo, y obviamente trabajar tanto en equipo para que él explote sus cualidades como cada uno las de nosotros. Es un jugador diferente y tenerlo como compañero de equipo es increíble”.

Pocos días quedan para que este equipo vuelva a competir, ahora en Groenlandia, buscando seguir mejorando y que los resultados acompañen. Lucas Moscariello cree que cada partido y cada torneo les viene muy bien como preparación para Tokyo 2020, que está cada vez más cerca. La ilusión sigue latente.