Tras dos semanas de intensa acción en diferentes especialidades y deportes, los Juegos Suramericanos de Cochabamba llegaron a su epílogo. Entre mejoras con respecto al pasado y proyectos de cara el futuro, Argentina quiere seguir afianzándose en el deporte regional.

La pelota vasca fue la vedette de la última jornada, ya que desde el Complejo Municipal de Sacaba llegaron cinco de las diez preseas del día. Las tres doradas se dieron gracias a la modalidad del forntenis y de la pelota de goma, en masculino y femenino. Además se cosecharon dos plateadas, entre las que se destacó Nicolás Comas en mano individual.

Por otro lado, el atletismo no se quiso queda afuera del cierre y aportó tres medallas. El relevo de 4x400mts se colgó el bronce entre las mujeres, gracias al equipo conformado por Fiorella Chiappe,Noelia Martínez, María Diogo y Valeria Barón mientras que el experimentado Germán Chiaraviglio alcanzó la plata tras registrar una marca de 5.4mts. Por último, en lo 800mts Leandro Jiménez se ubicó tercero en el podio de la prueba.

Otra de las doradas fue obra de la kayaquista Martina Isequilla. La palista argetina finalizó la exigencia en 43.89 segundos y dejó sin chances a sus rivales. Espara destacar la actuación de la deportista, ya que además del logro de hoy, tiene en su haber un segundo puesto.

El pentatlón moderno también se sumó a la lista de especialidades que tuvieron su premio. En la competencia de relevos mixtos, Emmanuel y Pamela Zapata se ubicaron en el segundo peldaño del podio. Brasil y Ecuador completaron los tres mejores del día.

Con un total de 165 medallas en total (42 oros, 60 platas, 63 bronces), Argentina se quedó en la puerta del podio en el medallero general, pero aun así mejoró su performance realizada cuatro años atrás, en la que firmó un acumulado de 159 premios. El futuro de estos Juegos Odesur ya tienen un destino seleccionado: el espíritu de competencia viajará a Asunción en 2022 para volver a mostrar lo mejor de esta parte del continente.