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viernes 25 de enero de 2019

No le tuvo piedad

Djokovic aplastó a Pouille y avanzó a la final del Australian Open, donde enfrentará a Nadal.
El serbio no le dio oportunidades en ningún momento a su rival.

Novak Djokovic no tuvo Piedad y le dio un verdadero baile a Lucas Pouille, a quien superó por 6-0, 6-2 y 6-2 en las semifinales del Abierto de Australia. El serbio jugó un partido perfecto y no le dio oportunidades a su rival en ningún momento. Ya en la final su contrincante será un viejo conocido, el español Rafael Nadal. 


En el primer set ya se podía intuir lo que iba a ser el resto del partido. Djokovic comenzó implacable desde el saque y principalmente desde la devolución, anulando la mayor virtud del francés que es su muy buen servicio. Las palabras sobran para una primera manga que duró solo 24 minutos y tuvo a un Djokovic con 11 tiros ganadores y solo un error no forzado. 


El segundo parcial arrancó con ambos jugadores manteniendo su primer turno de saque, lo que abría las puertas a una posible remontada de Pouille. Pero a Nole le alcanzó con quebrar en el cuarto game para colocarse 4-1 arriba para luego confirmar el break con su servicio y esfumar cualquier ilusión que pudiera tener el francés. Una de las claves del set fue que el número 1 del mundo siguió mostrándose muy firme desde el fondo, mientras que su rival estaba cada vez con más desesperación y esto lo llevó a cometer una gran cantidad de errores no forzados. El segundo set fue 6-2 para Nole, quien realizó 8 tiros ganadores y solo 2 errores no forzados. 


En la tercera manga se pudo ver una mejora en el nivel de Pouille, pero terminó siendo un calco del anterior. Djokovic, además de lo complicado que se le hacía todo a su rival, llegaba a todas las pelotas, prácticamente no erraba y definió a la perfección cuando lo tuvo que hacer. Al serbio le bastó con dos quiebres (en el cuarto y octavo game) para llevarse el set con un nuevo 6-2. Nole finalizó el partido con 24 tiros ganadores y la increíble suma de 5 errores no forzados, ante los 18 y 27 por parte de su rival. 


La final será entre Djokovic y Nadal, quienes se enfrentarán por segunda vez en la final del Australian Open (ya lo hicieron en la de 2012, donde ganó Nole en casi 6 horas). El serbio irá por su séptima corona en el primer Grand Slam del año para convertirse en el mayor ganador de la historia en el torneo, lo que significaría su 15° “grande”. El español, por su parte, buscará su segundo Abierto de Australia (ganó en 2009) y su 18° Grand Slam.