A pocos días de cumplir 40 años, el experimentado boxeador filipino se dio uno de sus grandes gustos de su carrera deportiva. No sólo salió victorioso de su contienda con el estadounidense, sino que se lo vio en buena forma y, casi como un desafío al paso del tiempo, mostró su característica velocidad. Tanto en ring, como en las tarjetas, ganó y los jueces le dieron la razón con un registro de 117-111 y dos 116-112.

No era un desafío simple para el campeón de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) ya que tenía que demostrar toda su valía frente a un púgil 10 años menor y con una peligrosidad alta. Broner, con una marca de 33 victorias, 4 derrotas, una de ellas justamente en la que perdió el título de la categoría frente a Marcos Maidana en 2013, y un empate, era más que una amenaza para el Pacman, pero con un amplio dominio del monarca de los Welter quedó reducido a una pálida actuación.

De todas las vueltas, sólo la cuarta tuvo al norteamericano con la iniciativa. Fue allí en la que se podría haber producido un quiebre, pero lejos de esto, Pacquiao se repuso y volvió a recurrir a la velocidad de sus acciones para retomar las riendas del combate. Luego de lo que terminó siendo un trámite para el campeón defensor, clarificó: "Me mantengo en buen estado de salud. Manny Pacquiao todavía tiene mucho para dar".

El filipino arrinconó al retador en reiteradas ocasiones contra las cuerdas y en el sexto Round estuvo al borde del nocaut gracias a una combinación de golpes letales que impactaron de lleno en el rostro y en la zona de influencia de su adversario. Siempre con la intención de ir en busca de las caídas de Broner, Pacquiao apeló a un ritmo incansable, algo que fue una clara evidencia de su buen estado y preparación para la pelea.

Con cuatro décadas encima y con ellas un registro de 61 combates ganadas, 30 de ellos por KO, 7 derrotas y dos empates, parece que todavía queda mucho hilo en el carretel del filipino. Lejos de achicarse o pensar en un alejamiento de la actividad, el Pacman redobló la apuesta y quiere una revancha con Mayweather. Desde un lugar de privilegio desde el público, por ser el promotor de Broner, Money escuchó sin hacer una mueca las palabras del vencedor. “Díganle que vuelva al ring y entonces volveremos a pelear. Yo estoy dispuesto a hacerlo", desafió.

Restará saber si esta pelea se puede gestar para volver a poner en vilo al mundo del boxeo. A Pacquiao se lo vio acertado como en sus mejores épocas, pero es un hecho que habrá que seguir esperando la respuesta definitiva al reto por parte de Money.