Stephen Curry, Klay Thompson, Kevin Durant, Draymond Green… y ahora DeMarcus Cousins. Una lesion y franquicias que no quisieron arriesgarse terminaron llevando a que hoy por primera vez se vea un quintet que parece más propio de un All-Star Game que de una franquicia de la NBA.
A mediados de la temporada pasada, DeMarcus Cousins se rompió el tendón de Aquiles cuando promediaba el 25.4% de los puntos para New Orleans Pelicans. La lesión lo dejó casi un año fuera de las canchas, mientras su anterior franquicia remontaba basado en Anthony Davis y llegaba a los Playoffs, para perder en semifinales de Conferencia ante el bicampeón Golden State Warriors.
El problema que se le presentaba a Cousins es que su contrato se vencía y tenía que buscar nuevo club en la mitad del tiempo de recuperación. Allí, pesó mucho que las franquicias no quisieron arriesgarse en fichar un jugador lesionado cuyo regreso, más allá de lo dominante que siempre demostró ser en la pintura, tenía un poco de incertidumbre en cuanto a nivel de juego.
Allí apareció Bob Myers. El General Manager de Golden State vio una oportunidad, y la aprovechó. Le ofreció contrato por un año por un salario bajo (el límite salarial siempre juega para los que poseen grandes jugadores), pero aun así la oferta fue la mejor para Boogie Cousins, quién vio esto como una oportunidad para mostrarse nuevamente en gran forma y así buscar después un contrato mucho más alto, acorde a lo que él puede llegar a dar.
Después de las críticas a Golden State por tener a 5 jugadores considerados superestrellas en un mismo equipo, ayer llegó el día de que finalmente juegue el quinteto titular completo. Cousins jugó sus primeros 15 minutos tras su lesión, una cantidad acortada que Steve Kerr ideó para llevarlo de a poco. Y en ese tiempo, ya sumó 14 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias, metiendo 3 triples en una de las dos franquicias donde todos parecen saber tirar de 3 (la otra es Houston Rockets).
Con el quinteto estelar, los Warriors le ganaron 112-94 a Los Ángeles Clippers, liderados por los 28 puntos de Stephen Curry y los 24 de Kevin Durant. La franquicia angelina hizo de la primera mitad un encuentro bastante pareja, pero no pudo mantener el ritmo.
El bicampeón lleva ya 7 victorias consecutivas que lo volvieron a dejar como el 1° del Oeste, y a partir de ahora se verá como juega un equipo que siempre parece luchar mucho más ante el conformismo que contra los rivales. Con todos sus buenos y malos momentos, siempre son grandes candidatos a ganar el campeonato de la NBA una vez más.