En un análisis realizado de cómo le fue a Boca Juniors y a River Plate con la implementación del VAR (árbitro asistente de video), antes de la finalísima, fueron favorecido pero nunca perjudicados. El VAR que se introdujo en las semifinales de la Copa Libertadores pasada, en el polémico partido de Lanus vs River Plate, ha traído más incertidumbre que certezas.
Desde que terminó el mundial de Rusia, donde el actual presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez, manifestó públicamente que este sistema se iba a empezar a implementar en la Copa Libertadores a partir de los cuartos de final, debido a que, en la Copa del Mundo fue utilizado de manera correcta y en esta competición podría ser de gran ayuda.
Boca en la edición anterior no participó de la copa, donde se había implementado por primera vez, y recién en este año pudo conocer este sistema. En los cuartos de final, llave donde se cruzó con Cruzeiro, a los 75 minutos del segundo tiempo, el Xeneize se imponía 1-0 sobre su rival y tras cometer una infracción cerca del área, su arquero, salió a cortar un centro donde el defensor de Cruzeiro, Dedé, quiso cabecear pero chocó fuertemente con la mandíbula de Andrada y esto generó que lo verifiquen por este sistema.
En esta situación, en una rara decisión del árbitro, el zaguero tuvo que salir expulsado generando la bronca de todos sus compañeros. En la vuelta de este partido, hubo una jugada donde el argentino Hernán Barco, convirtió el primer gol que podría haber cambiado la serie , pero el árbitro no lo convalidó por una supuesta plancha de Dedé sobre Agustin Rossi (arquero de boca) y tampoco fue a chequear al VAR, donde podría haber tomado otra postura.
A su vez, en el partido de vuelta entre Palmerias y Boca, a los 10 minutos del primer tiempo, el juez convalidó el gol que dejaba a los locales a un tanto de igualar la serie, pero desde el VAR le indicaron que había fuera de juego de Deyverson e invalidaron el tanto. En este caso, lo utilizaron de forma correcta a favor del visitante.
Por el lado de River, en esta Copa Libertadores siempre fue favorecido y nunca le tocó en contra. En la vuelta de los cuartos de final ante Independiente, en una jugada aislada, Javier Pinola (defensor del Millonario), quiso rechazar la pelota dentro de su área pero indefectiblemente con la misma inercia del rechazo, dejó el pie llevándose puesto a Martin Benítez, creando la polémica de la noche y el árbitro decidió no verificar la jugada porque desde el VAR le anunciaron que fue sin intención.
Con el partido casi concluido, en un tiro de esquina, le anularon un gol a Emmanuel Gigliotti (delantero de independiente) por una presunta mano dentro del área chica. El árbitro principal no fue a chequear la jugada y el VAR no avisó que hubiese mano del jugador de River. En la última jugada del partido, Franco Armani (arquero de River) chocó dentro del área con uno de los delanteros del Rojo, Maximiliano Meza , donde el árbitro no cobró ni tampoco fue a revisar la acción.
En el encuentro de vuelta que se disputó entre Gremio y River hubo dos polémicas en esa noche. La primera fue faltando 10 minutos para la finalización del encuentro donde, en un centro del Pity Martínez, el colombiano Santos Borré logró el descuento para los Millonarios pero quedó la duda en la repetición de si el cabezazo había sido lícito o con la mano. Esta jugada nunca se revisó ni tampoco el árbitro fue advertido por el VAR.
La segunda jugada que trajo cola y que fue revisada por el VAR, fue la mano del defensor de Gremio recién ingresado, Bressan, en donde en un remate del delantero de River, Ignacio Scocco, extendió demasiado el brazo y luego en la repetición de la jugada los asistentes del VAR le avisaron a Cunha que la revisara y tomara una decisión. Esta no fue una jugada más que cobró el árbitro porque fue el gol que le concedió el pasaje a la final.