A pesar de ya haber demostrado a lo largo del año pasado que podía liderar la nueva generación y ser un jugador de elite, alcanzando el puesto tres del ranking en noviembre del 2017, disputando el ATP World Tour Finals (quedó tercero en el Round Robin) y ganándo dos Masters 1000, en Roma y en Canadá, el joven alemán iniciaba el 2018 con la posibilidad de mejorar sus resultados en los torneos grandes y asentarse definitivamente entre los mejores del mundo.
La nueva temporada no inició de la mejor manera para Zverev, ya que en el primer desafío, el Abierto de Australia, apenas pudo alcanzar la tercera ronda. Luego perdió en segunda fase en el ATP 500 de Rotterdam y en las semifinales de Acapulco cayó contra el posterior campeón Juan Martín Del Potro. Además, en el primer Masters 1000, Indian Wells, fue derrotado por el portugués Joao Sousa en ronda de 64.
No obstante, el nivel de Zverev mejoró en la siguiente semana y en el Masters 1000 de Miami alcanzó la final, pero perdió contra John Isner. Por Copa Davis, Alemania cayó eliminada ante España pero Alexander redondeó un récord a lo largo del torneo de tres victorias (ante Australia, en primera ronda, contra Alex De Minaur y Nick Kyrgios y frente a David Ferrer en segunda) y una derrota (contra Rafael Nadal). Los buenos resultados siguieron llegando, ya que fue semifinalista en Montecarlo y campeón en el ATP 250 de Munich, frente a su gente, para alzar su primer trofeo del año.
El segundo no se hizo esperar demasiado y fue en el Másters 1000 de Madrid en donde derrotó en la final al austríaco Dominic Thiem por un doble 6-4. Además, la semana siguiente, en Roma, cayó ante Rafael Nadal en la final pero siguió en buen nivel y eliminó a David Goffin y a Marin Cilic en su camino. En Roland Garros Thiem se tomó revancha y lo eliminó en cuartos de final, pero pese a la derrota, fue el mejor resultado de Zverev en un Grand Slam y redondeó una gira europea sobre polvo de ladrillo más que positiva.
Sobre césped no tuvo buenas actuaciones ya que perdió en primera ronda en Halle y en fase de 32 en Wimbledon. Sin embargo, se tomó revancha en Washington y salió campeón del certamen norteamericano. En los siguientes Másters 1000, Canadá y Cincinnati hizo cuartos de final en el primero y ronda de 32 en el segundo como preparación al US Open. En el último Grand Slam del año, Zverev evidenció que son su cuenta pendiente ya que cayó en tercera ronda, muy por debajo de lo que se espera de él.
En el ATP 500 de China perdió en segunda ronda pero a partir de allí siguieron los resultados positivos no pararon porque fue semifinalista en Shangai y en Basilea, perdió en cuartos en París y llegó al ATP Finals como meta final del año.
En el torneo que se disputa en Londres que juegan los ocho mejores tenistas del año, Zverev debutó con triunfo ante Cilic, perdió con Djokovic en su segunda presentación pero aseguró su clasificación a semifinales luego de derrotar a Isner. Ya entre los cuatro mejores y con quejas sobre el cargado calendario en el medio, venció a Roger Federer mostrando un excelente nivel. En la final, evidenció su mejor tenis y le ganó con contundencia a Djokovic, número uno y mejor jugador del momento, en dos sets, 6-4 y 6-3, para ganar su torneo más importante y convertirse en el jugador más joven en ganarlo desde Nole en 2008.
A pesar de que quedó en deuda en los Grand Slams, la temporada de Zverev termina siendo muy positiva con el título del Másters como coronación, la finalización en el cuarto lugar del ranking por segundo año consecutivo y las victorias en Munich, Washington y sobretodo Madrid. Además, fue el tenista que más encuentros disputó en el año (77) y el que más triunfos consiguió (58).