El Estadio Olímpico de Kiev fue el escenario donde el Real Madrid festejó su tercera Champions League consecutiva, un logro que casi inexistente (el Bayern Munich ganó tres Copas UEFA entre 1974 y 1976). El Merengue derrotó 3-1 al Liverpool, y se coronó campeón.

Para los dirigidos por Zinedine Zidane, marcaron los únicos dos jugadores que estuvieron en cancha de su equipo que no jugarán el mundial: Karim Benzema y Gareth Bale (x2). Igualmente, la preocupación mundialista pasa por las lesiones de Mohamed Salah y Dani Carvajal.

La primera media hora del partido tuvo el domino del conjunto inglés gracias a un muy participativo Salah, aunque sus rivales ya avisaban con dos remates desviados de Marcelo y de Cristiano Ronaldo. Trent Alexander-Arnold vio como Keylor Navas le tapaba un remate cruzado bajo, y la historia cambió con la lesión del egipcio.

Una lucha por la pelota en la cual Sergio Ramos tomó el brazo de Salah incluso en la caída terminó con la lesión del extremo en el hombro, y a partir de allí el partido cambió y el Liverpool perdió protagonismo, mientras para el Merengue también salía del campo Carvajal. En ambos la angustia no se quedaba en la final, sino que falta muy poco para el Mundial.

Sobre el final de la etapa inicial, el recientemente ingresado Nacho Fernández y Benzema ya habían creado situaciones de peligro para demostrar las intenciones de llegar al gol. Incluso Isco pegó una pelota en el travesaño al inicio de la segunda mitad, pero el partido iba a tener la complicidad de uno de los arqueros.

A los 50 minutos, Loris Karius intentó salir por bajo con las manos creyendo que Benzema, que estaba en frente, no iba a intentar obstaculizar su envío. La pelota le rebotó en el pie ante el esfuerzo del francés, e ingresó al arco para el 1-0. Sin embargo, 4 minutos después en un córner Dejan Lovren la bajó de cabeza y Sadio Mané puso el botín para desviar el remate, venciendo a Navas y empatando el encuentro.

El ingreso de Bale, apuesta desde el banco de Zidane, no tardó en pesar. A los 63, Marcelo tiró un centro desde la izquieda y el galés, con una espectacular chilena, le devolvió la ventaja al Real Madrid. Un nuevo tiro de Mané quiso empatar el marcador poco tiempo después, pero el palo impidió que eso pase.

La frustración y los errores de Karius no terminaron con el primer gol del partido. A los 82, Bale probó desde lejos y su remate no parecía traer demasiada dificultad, pero el arquero alemán no pudo contener la pelota y se le metió en el arco, liquidando así cualquier esperanzas de volver a la igualdad.

Con esta victoria, el Real Madrid no sólo es tricampeón de la Champions, sino que lo hace de gran manera superando en las instancias de eliminación directa al Paris Saint-Germain, a la Juventus, al Bayern Munich y al Liverpool. Un campeón que superó desafíos más que complicados.