El Canalla de dio aire a su entrenador y sacó adelante uno de los partidos más emotivos de los últimos años. Idas y vueltas, penales dudosos y un offside sobre la hora enmarcaron el duelo en la competición más federal del fútbol argentino.

La polémica no se hizo esperar en la cancha. Al minuto de juego, el árbitro del partido ya estaba mostrándole la tarjeta roja a Fernando Tobio. El defensor bajó a Santiago García en las puertas del área y tuvo que irse a las duchas antes de que algún desprevenido se diera cuenta del arranque del duelo. Ariel Penel juzgó la violencia de la infracción, ya que la sanción del último recurso dejó de recomendarse en junio del año pasado.

El segundo golpe para los rosarinos llegó a los seis minutos del primer tiempo: Pol Fernández no dio por muerta a una pelota que tenía destino de irse por la línea de fondo y habilitó al Morro García que, con un remate seco, sorprendió a Diego Rodríguez y marcó el 1-0. La ventaja impulsó a los dirigidos por Paolo Montero a ir con diez en busca del empate, pero, sin peso en campo rival, chocaron contra los zagueros del Tomba.

Con más entusiasmo que juego, Central tuvo la oportunidad de poner el 1-1, pero Marcos Ruben desperdició un dudoso penal. Su débil remate durmió en las manos de Leonardo Burián. El arquero del elenco mendocino ya le había tapado un remate desde los doce pasos al ex River en diciembre de 2016. En esa ocasión, la ejecución tomó color por la discusión previa con Teófilo Gutiérrez.

De a poco, los rosarinos empezaron a replegarse y Godoy Cruz creció en su juego. Sobre el final del primer tiempo, Fabrizio Angileri dejó plantado a sus marcadores y saltó más alto que nadie para ganar de cabeza y colgó en el ángulo un remate imposible de sacar. El 2-0 dejó en mejor posición a los comandados por Mauricio que estuvieron cerca de marcar el tercero, pero el Ruso Rodríguez apareció para evitar que la diferencia se aún mayor.

El complemento mostró un panorama totalmente distinto al de la primera mitad. Central se soltó las ataduras y salió decidido a descontar. A los 17, Camacho entró a puro lujo en el área y venció las intenciones de los mendocinos. El gol terminó de despertar a los Canallas y asentaron diez minutos más tarde con la expulsión de Fernández. El volante no midió la fuerza, llegó tarde en una jugada y vio la roja.

Los dos equipos quedaron con la misma cantidad de jugadores, pero la ventaja la sacó el elenco de Arroyito. En una brillante definición de Federico Carrizo, que sacó a lucir toda su jerarquía, igualó las acciones picándosela ante la salida del arquero. El 2-2 le puso un tinte dramático al tramo final del encuentro, entre travesaños y salvadas, la polémica volvió a aparecer. Esta vez, Fernando Zampedri se impuso con un cabezazo, pero el juez de línea no vio que el delantero estaba en posición adelantada.

El festejo del final fue un desahogo para Montero, ya que en la previa al partido deslizó la posibilidad de dejar su cargo de no poder pasar de ronda. Metido en la algarabía de la victoria, el técnico no pudo esconder su alegría. El uruguayo respira y Central es semifinalista. En esa fase enfrentará al ganador de la llave entre Vélez y Atlético Tucumán.