La primera exigencia del domingo en el circuito de Oberá puso en el coliseo a batallar a los dos gladiadores que aspiran al título. El arrecifeno y el de Lobería largaron en los puestos de privilegio y se disputaron las alternativas durante toda la prueba, pero el Mercedes del Sport Team se impuso por sobre el Chevrolet Cruze de la estructura SDE.

Altuna apenas pudo ensayar algunas aproximaciones y molestias pegajosas, ya que Canapino puso en juego toda su habilidad para defender la punta de la competencia. Con el correr de las vueltas, Diego Azar, desde la tercera posición, presionó a los líderes, pero el ritmo firme de los protagonistas de la temporada pesó más.

La nota negativa de la carrera la firmó Franco Girolami. El de Isla Verde sufrió una sanción por partida en falso y estuvo obligado a pasar por boxes. Al salir de la penalización, se encontró en pinta con su compañero de equipo. El enredo con Matías Rodríguez complicó a los dos y los privó de pelear por opciones más adelante.

Fueron 35 minutos de velocidad, que se alternaron con un auto de seguridad. Canapino se afirmó a las cuerdas y no le abrió la puerta a su perseguidor. Altuna lo intentó, pero no pudo torcer el andar del Titán de Arrecifes. "Él se arriesgó. Fue una carrera exigente", sentenció el flamante ganador que aprovechó a dedicarle el logro a su madre.

Habían llegado a la cita misionera igualados, pero con el triunfo el campeonato quedó en manos del representante del Sport Team. Con 177 unidades, se subió en soledad a la cima de la tabla. Por su parte el Monito de Lobería no pudo sacar provecho y quedó a 9 puntos. Más retrasados se posicionaron Gabriel Ponce de León con 120 y Ricardo Risatti con 110.

La próxima carrera, pautada insólitamente para las 15.15 de hoy, fue la polémica del fin de semana, ya que en una desinteligencia entre los organizadores y la transmisión se priorizó competencias zonales por encima de la segunda del Top Race. De volver a imponerse Canapino, empezará a calzarse una nueva corona a falta de dos jornadas.