La segunda fecha de la Copa de Oro va a dar que hablar durante la semana. El triunfo de Emilano Spataro con su Toro del equipo Renault alargó su racha de bonanza, ya que viene de imponerse en los 200 kilómetros de Buenos Aires de Súper TC2000, pero también desató una interna en la escudería del rombo.
Las series los acomodaron a los compañeros de estructura en la primera fila de partida. Por su lado, Ardusso, en la pole, necesitaba la victoria para candidatearse como serio aspirante a la corona y cumplir con el requisito obligatorio de imponerse en al menos una vez en el calendario. En la otra parte, el piloto de Lanús pretendía sumar buenos puntos para meterse dentro de los tres de último minuto y pelear en la jornada decisiva por el campeonato, pero sin la obligación matemática de ganar, ya que lo había logrado en Posadas con anterioridad.
En este marco, y en lo que parecía una estrategia de equipo, el de Las Parejas picó en punta, mientras que Spataro le resguardaba las espaldas de los ataques incisivos de Esteban Gini. A pura velocidad y rozando los 280 km/h, el trámite en el óvalo rafaelino no parecía tener muchos inconvenientes en la cima, más allá de una impresionante remontada de Agustín Canapino que, con su Chevrolet, se metió en el cuarto lugar de la fila india.
Pero en el giro número 12 el ingreso del auto de seguridad eliminó las escasas diferencias que se habían gestado y volcó todo a foja cero. A partir ahí, el líder evidenció algunos inconvenientes de rendimiento, y los acechos comenzaron a ser más frecuentes. Con el correr de los giros, el lote de vanguardia se apretó, y fue ahí en donde surgió la polémica maniobra.
En una de las extensas rectas del trazado, previa a un abrupto frenaje, El Torino 28 se zambulló y capturó el primer lugar. Descolocado y sin evidenciar un desperfecto técnico, Ardusso no pudo recuperarse y también perdió frente al avance de Gini, que se intercaló segundo. Sin mucho tiempo para reaccionar, y con Canapino agrandándose en los espejos, el ex campeón de la Fórmula Renault no tuvo más alternativa que conformarse con el tercer puesto. “No lo entiendo a Emi", sentenció por radio a sus ingenieros como un síntoma de la desinteligencia sucedida. Así, no solo quedó privado de la victoria, sino que se le escapó una importante chance de cumplir con el requisito para alzar la Copa de Oro.
Pese a haber conseguido solo el tercer escalón del podio, aún se mantiene al tope en la etapa final de torneo. Con un acumulado de 88,5 unidades domina la tabla y buscará completar el casillero ganador en la próxima fecha en el autódromo de Toay, en La Pampa. Por su parte, el flamante vencedor tuvo premio doble: se embolsó con la suma de un millón de pesos, que recibió de manos de Moria Casán, y con valiosos puntos para tratar de meterse sobre la hora en la pelea por la gloria del TC.