En Salta y por los octavos de final de la competición más federal, el elenco tucumano dio clase y sacó a lucir toda su efectividad para meterse por segunda vez en su historia entre los ocho mejores del torneo. Esta vez, la victima del buen presente del equipo albiceleste fue el Verde de Junín.

La primera parte mostró dos versiones del Decano. En el comienzo, la falta de ideas y creatividad a la hora de vulnerar la zona media de Sarmiento le jugó una mala pasada, y los murmullos de los miles de hinchas albicelestes, que se acercaron al estadio Padre Martearena, empezaron a inundar el trámite del partido. Por su lado, el Verde se dedicó a neutralizar los tímidos embates de su rival y logró momentáneamente apoderarse del dominio.

Pero con el correr del reloj, Atlético Tucumán empezó a confiar en criterio de sus volantes y creció en el campo. Sin quererlo, se topó con una ráfaga de goles. En dos minutos ya se puso 2-0 y el duelo tomó rápidamente un aroma a cosa juzgada. Primero, fue Hernán Hechalar el autor de la apertura del marcador. El extremo capturó un rebote en el área y no perdonó a Manuel Vicentini. El ajustado remate se volvió inatajable y desató el festejo. Más tarde, le tocó el turno a Ismael Blanco de ampliar la ventaja. Tras un preciso centro de David Barbona, el punta firmó su primer tanto en el club con un potente cabezazo.

Los impactos hicieron mella en el equipo manejado por Fernando Quiroz, que de a poco se fueron derrumbando anímicamente. El arranque del complemento se convirtió en una pesadilla para el Verde. Barbona culminó en la red una jugada a puro toque. El 3-0 dio rienda suelta a la fiesta del Decano: La diferencia de categoría se hizo notar en el volumen de juego y en la eficacia en los últimos metros. La goleada la sentenció Alejandro Milo sobre la hora. El jugador, que había ingresado instantes atrás, sacó provecho de la expulsión de Ramiro Arias y clavó un disparo cruzado que sorprendió a la zaga juninense.

Así, Atlético Tucumán se metió en los cuartos de final de la Copa Argentina y aguardará por su rival. De la llave entre Vélez y Huracán saldrá su próximo rival en el torneo. Con el sueño de repetir su aventura internacional, el Decano intentará llegar lo más lejos posible para quedarse con la ilusión que lo deposite en una nueva Libertadores. Por su lado y con la decepción por la eliminación, Sarmiento deberá enfocarse en su andar en la B Nacional para volver a la élite de fútbol argentino.