Esta vez, el río revuelto también arrasó con las posibilidades de victoria de la casa italiana. EL representante de Mercedes fue más rápido que todos y se mantiene edificando una diferencia mayor en el la tabla de posiciones.

No iban ni treinta segundos de competencia, que ya las cosas estaban prácticamente definidas. Un desafortunado choque entre Kimi Raikkonen y Max Verstappen complicó el andar de los dos monoplazas del equipo del Cavallino Rampante. En el incidente, también salió perjudicado Vettel. El piloto alemán, que había partido desde la pole position, recibió un duro impacto por parte de su compañero de equipo y perdió todas las chances de pelear por la carrera.

La deserción del escolta en el torneo le facilitó el trámite a Hamilton, que dominó con tranquilidad la exigencia en el circuito de Marina Bay en Singapur. Sin oposición, el británico manejó con maestría bajo la lluvia en el trazado asiático. A pesar de los reiterados ingresos de los autos de seguridad, sostuvo la diferencia con sus perseguidores y administró la punta de la prueba.

Ricciardo y Bottas finalizaron una prolija actuación. Segundo y tercero respectivamente, sumaron buenos puntos y se mantienen a la expectativa en el campeonato. Por otro lado, los representantes españoles tuvieron suertes distintas: Carlos Sainz llevó a su Toro Rosso a la cuarta ubicación, mientras que Fernando Alonso tuvo que abandonar prematuramente como consecuencia de un duro golpe en la salida.

De esta forma, Hamilton se alzó con su séptima victoria del año y se afianza en la cima del Mundial de la Fórmula Uno. Cosechó 263 unidades y le sacó 28 puntos a su colega de Ferrari. Vettel, que se fue con las manos vacías, se quedó con 235 en el segundo lugar. Pese a esto, el alemán no pierde la esperanza. "Tenemos mucho por delante", declaró al bajarse de su auto en relación con las posibilidades de arrimar en las jornadas que restan por cumplir. La próxima cita será en Malasia el primero de octubre.