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domingo 17 de septiembre de 2017

Mantener la base y progresar

Phoenix Suns no tiene grandes cambios en su plantel, y planea progresar de la mano de un ascendente Devin Booker y con Josh Jackson como una de las mejores promesas del último draft. Sólo el tiempo dirá si valió la pena no moverse en el mercado.

Después de una temporada muy mala en los números, Phoenix Suns busca salir adelante apostando casi al mismo plantel con el que arrancó en octubre del año pasado. Es cierto que tiene algunos jóvenes que pueden elevar el nivel al apostar a su crecimiento, pero todo está por verse para el que salió último en la Conferencia Oeste de la NBA.

Cómo llega: 24-58 fue el récord de la temporada pasada, con apenas 29% de triunfos. Además, hace rato ya que no entra a Playoffs, y la última vez que lo hizo fue en la 2009/10, cuando salió 3° en el Oeste con el mismo registro que en la 16/17 pero invertido: fueron 58 victorias y 24 caídas. Ese año el plantel contaba con Steve Nash, Amar'e Stoudemire, Jason Richardson, Leandro Barbosa, Goran Dragic y Grant Hill entre otros. Hoy parece ser que la única gran figura es Devin Booker, aunque todavía está creciendo como jugador.

Con otros rumbos: No hay ninguna baja desde el final de la temporada, salvo por el corte de Barbosa que ya era anunciado. Eso habla de que tanto el entrenador como el mánager general confían en lo que hay, y creen que sólo hace falta trabajo.

Se ponen la camiseta: la principal incorporación fue Josh Jackson, 4° elección en el último draft. El alero da esperanzas con su capacidad atlética y su predisposición a dar todo en ambos lados de la cancha, con el tiro de media y larga distancia como aspecto a mejorar. No hubo movimientos en el período de fichajes de jugadores libres, aunque se espera que renueve Alex Len, así como ya lo hizo Alan Williams.

Llave de la temporada: que los jóvenes exploten en esta campaña. Además de Booker, que ya demostró su potencial metiendo 70 puntos en un sólo partido, las fichas también se depositan en Marquese Chriss y Dragan Bender, de 20 y 19 años respectivamente. Ambos todavía no aparecen como grandes amenazas, pero llegaron a los Suns justamente como posibles grandes jugadores en el futuro. Ni hablar de la necesidad que tiene Phoenix de que Jackson cumpla las expectativas.