La mentalidad del Ciclón no se en la distrae sólo con la Copa Libertadores. El buen momento de los de Boedo se estiró esta tarde gracias a la victoria correspondiente a la tercera fecha de la Superliga en el Nuevo Gasómetro. Esta vez, los dirigidos por Humberto Grondona fueron las víctimas de un equipo que quiere dar pelea en todas las competencias en las que sale a la cancha.

En la previa, uno de los atractivos más salientes del duelo fue la inclusión de Leandro Romagnoli entre los titulares. El volante no era de la partida en San Lorenzo desde hace más de un año. Su último juego desde el arranque había sido bajo la conducción de Pablo Guede en abril de 2016. Además, la hinchada azulgrana ovacionó el regreso al arco de Sebastián Torrico.

En el juego, las limitaciones de la visita y el empuje del Ciclón fueron las claves para que los locales se quedaran con los tres puntos. Gracias a un cabezazo del defensor Marcos Senesi, el gol llegó en el segundo tiempo y permitió olvidar una deslucida primera mitad. A la salida de un tiro de esquina, el zaguero se sacó de encima a sus marcadores y dejó sin reacción a Pablo Santillo.

Con el triunfo, San Lorenzo alcanzó las cinco unidades en el torneo y sigue firme en la lucha por los dos objetivos. La vuelta con Lanús en el certamen continental del próximo jueves es el desafío de los de Aguirre, pero más allá se encuentra Estudiantes en el ámbito doméstico. Por la cuarta jornada, los de Boedo visitarán la Plata en la continuidad de la Superliga. Por su lado, Arsenal, que aún no ganó, recibirá a Temperley.