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El camino de un gladiador
Hoy es uno de los técnicos más reconocidos del mundo, pero su carrera con los cortos inició en Vélez Sarfield con tan solo 17 años. El 13 de septiembre de 1987, en un duelo contra Gimnasia y Esgrima de La Plata, Diego Pablo Simeone hizo su aparición de estreno en el club que lo formó como jugador. Siempre en el mediocampo, demostró rápidamente sus condiciones y se ganó el lugar entre los titulares.
Compartió plantel con figuras de la talla de Carlos Compagnucci, Adrián Paz y Carlos Navarro Montoya. Un mes después de su presentación, convirtió su primer gol con la camiseta del Fortín. Fue el 12 de octubre contra Deportivo Español. En la institución de Liniers permaneció tres temporadas y alcanzó a convertir 14 goles.
Con 20 años arrancó su aventura europea. El modesto Pisa italiano fue su vitrina al mundo. En el Calcio pudo demostrar todo su talento y fortaleció su estilo aguerrido. Su espíritu ganador le permitió mostrarse y pasó a instituciones más poderosas. En el campeonato 1992/93 pasó al Sevilla español, en donde lo esperaban Diego Maradona y Carlos Bilardo. Allí disputó 76 partidos y aportó 16 tantos.
El Altético Madrid fue, es y será su casa. Tuvo dos ciclos como jugador y concretó una actuación brillante. Se alzó con una liga local y una Copa del Rey. Convertido en ídolo absoluto de la parcialidad colchonera, emigró nuevamente al país de la bota para sumarse a las filas del Inter de Milán, en donde logró levantar la Copa UEFA.
Tras dos temporadas con los Neoazzurri, arribó al Lazio. En la temporada 1999/2000 inició otro período ganador, que lo llevó a conquistar tres campeonatos. En sus cuatro años en la institución se quedó con un Scudetto, una Copa Italia y una Supercopa.
En el 2003 retornó a Atlético Madrid para empezar a despedirse de la práctica profesional del fútbol. Su paso fue fugas y se retiró en Racing a la edad de 36 años. A nivel de clubes, firmó alrededor de 600 partidos y cerca de 100 goles.
La Selección Argentina significó un capítulo aparte en su vida deportiva. Capitán, referente y gladiador en la mitad de la cancha, Simeone le imprimió todo su carácter al mediocampo en los ciclos de Bilardo, Alfio Basile, Daniel Pasarella y Marcelo Bielsa. Con la albiceleste ganó dos Copa América y fue finalista olímpico en Atlanta 1996.
Compartió plantel con figuras de la talla de Carlos Compagnucci, Adrián Paz y Carlos Navarro Montoya. Un mes después de su presentación, convirtió su primer gol con la camiseta del Fortín. Fue el 12 de octubre contra Deportivo Español. En la institución de Liniers permaneció tres temporadas y alcanzó a convertir 14 goles.
Con 20 años arrancó su aventura europea. El modesto Pisa italiano fue su vitrina al mundo. En el Calcio pudo demostrar todo su talento y fortaleció su estilo aguerrido. Su espíritu ganador le permitió mostrarse y pasó a instituciones más poderosas. En el campeonato 1992/93 pasó al Sevilla español, en donde lo esperaban Diego Maradona y Carlos Bilardo. Allí disputó 76 partidos y aportó 16 tantos.
El Altético Madrid fue, es y será su casa. Tuvo dos ciclos como jugador y concretó una actuación brillante. Se alzó con una liga local y una Copa del Rey. Convertido en ídolo absoluto de la parcialidad colchonera, emigró nuevamente al país de la bota para sumarse a las filas del Inter de Milán, en donde logró levantar la Copa UEFA.
Tras dos temporadas con los Neoazzurri, arribó al Lazio. En la temporada 1999/2000 inició otro período ganador, que lo llevó a conquistar tres campeonatos. En sus cuatro años en la institución se quedó con un Scudetto, una Copa Italia y una Supercopa.
En el 2003 retornó a Atlético Madrid para empezar a despedirse de la práctica profesional del fútbol. Su paso fue fugas y se retiró en Racing a la edad de 36 años. A nivel de clubes, firmó alrededor de 600 partidos y cerca de 100 goles.
La Selección Argentina significó un capítulo aparte en su vida deportiva. Capitán, referente y gladiador en la mitad de la cancha, Simeone le imprimió todo su carácter al mediocampo en los ciclos de Bilardo, Alfio Basile, Daniel Pasarella y Marcelo Bielsa. Con la albiceleste ganó dos Copa América y fue finalista olímpico en Atlanta 1996.