18:30
La Superliga tuvo su primer empate en cero
Y llegó el primer 0-0 de la Superliga. Tras 23 encuentros disputados desde la vuelta del fútbol en la Argentina, Rosario Central y San Lorenzo empataron en el Gigante de Arroyito en un partido que tuvo pocas emociones, sin llegadas a los arcos, y una injusta expulsión de Víctor Salazar por parte del árbitro Patricio Loustau.
Si hablamos de estos dos equipos en la previa uno supone que va a contar con un buen espectáculo, que van a haber situaciones de peligro y ser atractivo para el amante del fútbol. Bueno pasó todo lo contrario en el estadio que fue postulado para recibir a la Selección Argentina. Las insinuaciones de San Lorenzo con pelota parada en la cabeza de Marcos Senesi, y el tándem por derecha de Gabriel Gudiño y Salazar se fue opacando con el correr de los minutos. Central se acomodó en el campó, se adelantó y equiparó el desarrollo con las trepadas de Washington Camacho y Paulo Ferrari, pero ambos conjuntos no llegaban a generar peligro en los arcos y los minutos se iban consumiendo. Sobre el final del primer tiempo Salazar cometió una falta que el árbitro consideró de expulsión y el Ciclón quedó con uno menos para salir a disputar el complemento.
Con el hombre de más que tenía el Canalla todo hacia suponer que iba a salir al segundo tiempo a pasar por encima a su rival, pero se encontró con un San Lorenzo que se defendió bien, le cedió el control de la pelota y lo esperó replegado atrás con un buen mediocampo entre Piris Da Motta y Facundo Quignón, que se sumaron a la defensa para contrarrestar todos los ataques y envíos aéreos de Central, que contó con una situación inmejorable en la cabeza de Fernando Zampedri, pero el goleador remató débil a las manos de Torrico.
La injusta expulsión de Salazar terminó influyendo para que el encuentro, que ya era chato y sin emociones, concluya con el primer 0-0 del campeonato, y para que ambos equipos continúen sin poder ganar sumando dos empates por lado y deberán mejorar, sobre todo los de Boedo que el miércoles recibirán a Lanús por el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores.
Si hablamos de estos dos equipos en la previa uno supone que va a contar con un buen espectáculo, que van a haber situaciones de peligro y ser atractivo para el amante del fútbol. Bueno pasó todo lo contrario en el estadio que fue postulado para recibir a la Selección Argentina. Las insinuaciones de San Lorenzo con pelota parada en la cabeza de Marcos Senesi, y el tándem por derecha de Gabriel Gudiño y Salazar se fue opacando con el correr de los minutos. Central se acomodó en el campó, se adelantó y equiparó el desarrollo con las trepadas de Washington Camacho y Paulo Ferrari, pero ambos conjuntos no llegaban a generar peligro en los arcos y los minutos se iban consumiendo. Sobre el final del primer tiempo Salazar cometió una falta que el árbitro consideró de expulsión y el Ciclón quedó con uno menos para salir a disputar el complemento.
Con el hombre de más que tenía el Canalla todo hacia suponer que iba a salir al segundo tiempo a pasar por encima a su rival, pero se encontró con un San Lorenzo que se defendió bien, le cedió el control de la pelota y lo esperó replegado atrás con un buen mediocampo entre Piris Da Motta y Facundo Quignón, que se sumaron a la defensa para contrarrestar todos los ataques y envíos aéreos de Central, que contó con una situación inmejorable en la cabeza de Fernando Zampedri, pero el goleador remató débil a las manos de Torrico.
La injusta expulsión de Salazar terminó influyendo para que el encuentro, que ya era chato y sin emociones, concluya con el primer 0-0 del campeonato, y para que ambos equipos continúen sin poder ganar sumando dos empates por lado y deberán mejorar, sobre todo los de Boedo que el miércoles recibirán a Lanús por el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores.