Desde el arranque se vieron los planteos bien diferenciados en la cálida tarde en el Metropolitano de Barranquilla. El Scratch se hizo de la pelota con rapidez y con la agilidad de sus volantes propuso un juego de ida y vuelta. Por el lado de los locales, los ataques se orquestaron bajo los comando de James Rodríguez y Edwin Cardona. Con el dominio repartido, las acciones se mostraron parejas.

De a poco, Brasil comenzó a soltar el carnaval de Neymar. La danza ofensiva de los dirigidos por Tite complicó la tarea defensiva de la zaga colombiana y los espacios empezaron a aparecer. El primer aviso se dio a los 27 minutos de la parte inicial. El emblema de la visita ingresó al área como un malabarista, eludió a dos de sus marcadores y habilitó a Roberto Firmino, que no pudo imprimirle la dirección deseada a su remate y terminó topándose con la salvadora estirada de David Ospina.

Si bien el combinado cafetero tuvo en los pies de James varias chances de romper la igualdad, entre la buena actuación de los centrales y los recursos de Alisson bajo los tres palos extinguieron los embates de los de Néstor Pékerman. Pero con el correr del cronómetro, la Cararinha sacó a lucir toda su jerarquía y se adelantó en el marcador cerca del final del período inicial. Willian recibió del 10 del PSG y, de primera, sacó un disparo que se coló en el ángulo. El vuelo del arquero fue inútil y no pudo frenar el festejo del volante del Chelsea.

En el segundo tiempo, el partido se transformó en un partidazo. El local creció y emparejó el trámite y el marcador. Las proyecciones de Santiago Arias por el sector derecho de la ofensiva fueron fundamentales para la escalada de los locales. A los diez minutos del complemento, el lateral que juega en el fútbol holandés llegó al fondo y encontró con un centro a Radamel Falcao. El cabezazo fue de manual: el anticipo le cambió la trayectoria e infló la red sin oposición.

Con el 1-1, el seleccionado local se mantuvo como una amenaza para las intenciones de Tite. Los cambios de ambos técnicos profundizaron la intensidad del ritmo, que regaló varias situaciones de riesgo.

El empate afianzó a Colombia como momentáneo escolta en la tabla. Alcanzó las 26 unidades y se mantiene firme en sus posibilidades de clasificarse a la cita mundialista de Rusia. Por el lado de Brasil, la clasificación ya estaba asegurada de antemano y continúa escapándose en la cima de las Eliminatorias. Pese a que se cortó una racha de nueve triunfos al hilo, todavía la matemática le sonríe para igualar la campaña histórica de la Argentina de Marcelo Bielsa en 2001.

Las fechas que definirán el destino de ambas selecciones se disputarán en octubre. Paraguay de local y Perú de visitante serán los rivales en el horizonte cafetero, mientras que el Scratch se medirá con Bolivia en la altura, y cerrará su actuación contra Chile.